En medio de la creciente crisis de seguridad en Haití, el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha reiterado su llamado al Consejo de Seguridad de la ONU para que autorice el inmediato despliegue de una fuerza de seguridad internacional robusta en el país caribeño.
En este contexto el máximo representante de la ONU ha expresado su grave preocupación por el aumento de la violencia perpetrada por bandas criminales en todo el territorio haitiano, a lo que se suma la crisis humanitaria, y la delicada situación en el campo social y político,
“Sigo instando al Consejo de Seguridad a que autorice el despliegue inmediato de una fuerza de seguridad internacional robusta para ayudar a la Policía Nacional de Haití en la lucha contra las bandas”, ha dicho.
Haití ha estado luchando contra una crisis de seguridad en los últimos años, agravada por la inestabilidad política y la pobreza generalizada. El país ha experimentado un aumento significativo en la actividad delictiva, con bandas criminales que aterrorizan a las comunidades y socavan la paz y la estabilidad.
La Policía Nacional de Haití, aunque ha realizado esfuerzos considerables para combatir la violencia, se ha visto desbordada por la magnitud y la sofisticación de las bandas criminales. La falta de recursos y la corrupción han obstaculizado sus esfuerzos por garantizar la seguridad y el bienestar de la población.
Ante esta situación, el máximo representante de la ONU, quien se encuentra de visita oficial en el país, ha enfatizado la necesidad urgente de una acción internacional coordinada. El despliegue de una fuerza de seguridad internacional robusta permitiría brindar el apoyo necesario para restablecer el orden y proteger a la población haitiana de la amenaza criminal.
“Estoy en Port-au-Prince para expresar mi total solidaridad con el pueblo haitiano y hacer un llamado a la comunidad internacional para que continúe apoyando a Haití, incluso con una sólida fuerza internacional para ayudar a la Policía Nacional de Haití. Este no es el momento de olvidar a Haití”, ha afirmado.
También ha destacado la importancia de abordar las causas subyacentes de la inseguridad en Haití, incluyendo la pobreza, la falta de oportunidades económicas y la exclusión social.
“La lucha contra la violencia y las bandas criminales no se puede separar de nuestros esfuerzos por mejorar las condiciones de vida de nuestro pueblo”, ha afirmado.
La comunidad internacional ha seguido de cerca la evolución de la situación en Haití y ha expresado su preocupación por la violencia en el país. Varios países y organizaciones regionales han brindado asistencia humanitaria y apoyo a la reconstrucción de infraestructuras, pero la dimensión de la crisis de seguridad requiere una respuesta más amplia y coordinada.
El llamado de la ONU al Consejo de Seguridad es un recordatorio de la responsabilidad compartida de la comunidad internacional de proteger a los ciudadanos haitianos y ayudar a estabilizar el país. La autorización de un despliegue internacional para apoyar a la Policía Nacional de Haití en la lucha contra las bandas criminales es un paso crucial hacia la recuperación y la reconstrucción de Haití.
“Es una cuestión de solidaridad, pero también de justicia moral. El pueblo haitiano tiene derecho a esta solidaridad. El pueblo haitiano merece esta solidaridad”, declaró, agregando “la brutal violencia de las bandas está afectando a todos los aspectos de la vida pública y privada del país. Puerto Príncipe está rodeado de bandas armadas que bloquean las principales carreteras que conducen a los departamentos del Norte y del Sur. Controlan el acceso al agua y a los alimentos”.
