Aclaración que deja dudas: ONU Uruguay explica el polémico comunicado de ‘expertos’ sobre el tema del agua

El coordinador residente de la ONU en Uruguay, Pablo Ruíz Hiebra, resalta que los Relatores Especiales no son personal de la ONU y prestan un servicio no remunerado, pero no queda muy claro ante quienes responden por sus opiniones si son erróneas y que generan desinformación a la población. ¿Pueden decir lo que se les ocurra en nombre de la ONU?

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Por Raúl Vallarino
Editor general de ICN Diario
infonews@icndiario.com

El coordinador residente de la ONU en Uruguay, Pablo Ruíz Hiebra, explica en un comunicado emitido en redes sociales este domingo sobre el polémico el informe  respecto a la crisis hídrica en nuestro país, donde un grupo de ‘Expertos de la ONU’  afirmaba que la recomendación de tomar agua embotellada “crea un riesgo de privatización de facto” de este recurso*.

La inexactitud de varios tramos del informe de estos ‘expertos’, provocaron el rechazo del gobierno uruguayo, que citó en Presidencia a los responsables de ONU en Uruguay, para aclarar los dichos.

Ruíz Hiebra en respuesta señala que “reconoce esfuerzos nacionales en la asistencia a los más vulnerables” por la crisis hídrica y afirma que “el sistema Naciones Unidas en Uruguay ha desplegado sus mecanismos de preparación y respuesta a crisis, en estrecha coordinación con el gobierno uruguayo”.

“La organización reconoce los diversos esfuerzos nacionales de respuesta a la emergencia en varios ámbitos, con un énfasis en la asistencia a las personas más vulnerables”, puntualiza.

Al referirse al informe de estos Relatores de la ONU sobre el tema hídrico, expresa Ruíz Hiebra, “El comunicado de prensa ‘Expertos de la ONU instan a Uruguay a priorizar el uso del agua para el consumo humano’ refleja la posición del Relator Especial sobre el derecho humano al agua potable y el saneamiento y el Grupo de Trabajo sobre Empresas y Derechos Humanos. Los Relatores Especiales se enmarcan en lo que se conoce como los Procedimientos Especiales del Consejo de Derechos Humanos”, explica el texto y agrega, “los expertos de los Procedimientos Especiales trabajan de manera voluntaria, no son personal de la ONU y prestan un servicio no remunerado. Son independientes de cualquier gobierno u organización”.

¿Independientes de cualquier gobierno u organización?

Cuando el coordinador residente de la ONU en Uruguay, Pablo Ruíz Hiebra, resalta que los Relatores Especiales no son personal de la ONU y prestan un servicio no remunerado, no queda muy claro ante quienes responden por sus opiniones si son erróneas y que generan desinformación a la población. ¿Pueden decir lo que se les ocurra en nombre de la ONU?

Luego, Ruíz Hiebra asevera que estos relatores “Son independientes de cualquier gobierno u organización”, pero si vemos las dos cuentas de Twitter de Pedro Arrojo Agudo, firmante del informe sobre Uruguay, en una se presenta como Relator Especial de la ONU sobre los derechos humanos al agua potable y el saneamiento a partir del 1 de noviembre de 2020

Y en otra (a la que enlaza como @PericoArrojo), Pedro Arrojo revela su filiación política: “Profesor, ecologista, ciudadano del mundo y abuelo. Exdiputado en el Congreso por Zaragoza con Unidas Podemos. Con la política en la calle, siempre”.

Entonces, eso de que los Relatores de la ONU “son independientes de cualquier gobierno u organización”, parece no ser tal, al menos en este caso puntual y menos cuando Pedro Arrojo asegura en Twitter: “Con la política en la calle, siempre”.

Sería importante que este comunicado de ONU Uruguay, salga publicado también en la web de ONU Noticias, como actualmente lo está el de los Relatores independientes sobre la crisis hídrica en Montevideo.

* El sesgado informe de los relatores de la ONU, evita decir que tanto el Mides, como el Ministerio de Salud Pública y la Intendencia Municpal de Montevideo distribuyen agua embotellada a la población carenciada y el Correo Nacional también interviene:

No es de recibo que la ONU tenga dos visiones distintas de lo que ocurre en Uruguay, eso debilita aún más, la credibilidad de la ya conocida inutilidad de este organismo internacional, que nada resuelve.