Frente Amplio, el perro del hortelano y el TLC con China

¿Entonces el expresidente frenteamplista Tabaré Vázquez, "se tiró a una piscina que no tenía agua", cuando quiso concertar un TLC con EEUU y desde su propio sector político se lo impidieron? Desde el entonces canciller Gargano y pasando por legisladores del FA, hicieron fracasar el intento

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Puerto de Montevideo (Foto ICN Diario)

“El perro del hortelano, que ni come ni deja comer”
(Refranero popular).-

El Centro Virtual Cervantes de España, define el significado de esta frase: “Reprende a quien no disfruta de algo y además impide que otros lo hagan”.

Con frecuencia se dice sólo la primera parte (El perro del hortelano) y se da por sobreentendida la segunda parte; a veces se hace una mera alusión comparativa: (Es) como el perro del hortelano.

Y esto es lo que hace el Frente Amplio de Uruguay y vamos a explicarlo.

En su edición de este jueves 27 de abril, el diario El País informa que la coalición de izquierda, pedirá explicaciones al canciller Bustillo por el “fracaso” del TLC con China: “Lacalle Pou se tiró a una piscina que no tenía agua”, aseguran desde el frenteamplismo.

Con la premisa impuesta por el Foro de Sao Paulo de atacar todo lo que se mueve, no vacilan en generar titulares para crear situaciones de impacto sobre hechos que son de actualidad.

¿Fracasaron Tabaré Vázquez y Astori cuando querían firmar un TLC con EEUU?

¿Entonces el expresidente frenteamplista Tabaré Vázquez, “se tiró a una piscina que no tenía agua”, cuando quiso concertar un TLC con EEUU y desde su propio sector político se lo impidieron? Desde el entonces canciller Gargano y pasando por legisladores del FA, hicieron fracasar el intento.

Según narra La Mañana en un artículo publicado el  15 de agosto de 2019, “La incertidumbre de los mercados internacionales tras la victoria de la izquierda uruguaya en 2004 se despejó a partir del interés del presidente Tabaré Vázquez y el ministro de Economía, Danilo Astori, de firmar un TLC con EEUU, iniciativa que también contaba con el apoyo de todos los sectores de la oposición. Sin embargo, las condiciones del acuerdo bilateral que fueron negociadas por el entonces ministro de Industria, Energía y Minería, Jorge Lepra, no llegaron a buen puerto ya que el tratado no contaba con el consenso de toda la fuerza política gobernante. Dentro del FA, los máximos detractores de llevar a cabo un TLC con EE.UU. fueron la ministra de Desarrollo Social Marina Arismendi, Luis Almagro, que era asesor de asuntos internacionales del ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, José Mujica; y el propio Reinaldo Gargano, Canciller en el primer gobierno del FA. En el caso de Gargano y Arismendi, su negativa se debía a temas ideológicos. En tanto Almagro, era partidario de seguir apostando por el Mercosur y no de firmar acuerdos bilaterales con potencias tras la crisis de 2002”.

Lacalle Pou, quiso flexibilizar el Mercosur y Argentina, con el gobierno de Alberto Fernández, le puso trabas para un TLC con China

Esas trabas, indisimuladas, no corren para el nuevo gobierno de Lula en Brasil, que por su cuenta y por fuera del Mercosur, acaba de realizar acuerdos comerciales y de otros conceptos, con China, Emiratos Árabes Unidos y en estos días, otros convenios de comercio con Portugal y España. Son Tratados de Libre Comercio, disfrazados de “acuerdos comerciales”.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, estimó en 62.500 millones de reales brasileños, o más de 12.700 millones de dólares, los acuerdos suscritos durante su visita oficial a la República Popular China y Emiratos Árabes Unidos.

“Regreso hoy a Brasil con la certeza de que estamos regresando a la civilización. En Emiratos Árabes Unidos, cerramos negocios por un total de R$12.500 millones. En China fue de (R$) 50.000 millones. Y, lo más importante, reabrimos las puertas del mundo a nuevos avances para nuestro país”, publicó Lula en Twitter.

Pero claro, los compas argentinos y los del Frente Amplio de Uruguay, ni se atreven a alzar la voz, no vaya a ser que Lula se ofenda y se enoje con ellos.

Lula, tiene todo el derecho a hacer los acuerdos comerciales que estime son beneficiosos para Brasil, sin que nadie se lo impida, lo mismo que cualquier otro miembro del Mercosur.

Uruguay, no fracasó en su intento de un TLC con China; los “perros del hortelano”, le han puesto palos en la rueda.