La supuesta “fuga por sus propios medios” de la exministra de Transporte y Obras Públicas y de Vivienda de Ecuador, María de los Ángeles Duarte, de la sede de la embajada argentina en Ecuador donde se había refugiado en agosto de 2020 para eludir una condena a ocho años de prisión por un caso de sobornos, donde también está condenado por corrupción su jefe, el expresidente Rafael Correa, ha provocado una crisis diplomática entre los dos países.
Inconsistencias en las “explicaciones” poco creíbles del gobierno argentino, hacen creer que la huida de Duarte fue con ayuda desde dentro de la representación diplomática.
La exministra Duarte, según la Justicia ecuatoriana, fue parte de una organización delictiva dentro del gobierno de Correa, para cobrar coimas por US$7,3 millones de parte de contratistas de obras públicas en su país. Algo que pudo probarse documentalmente y que hizo que el propio Rafael Correa huyera de Ecuador y se asilara en Bélgica, escapando así de la condena a 8 años que le había sido impuesta.
Argentina le dio asilo en la embajada en Quito a la condenada exfuncionaria del gobierno de Correa y pidió un salvoconducto para que Duarte pudiera salir con destino a Buenos Aires. Las autoridades ecuatorianas le negaron esa posibilidad.
En la embajada de Argentina en Ecuador nadie sabe quien sale y quien entra y los controles de seguridad no existen; supuestamente…
En una explicación con inconsistencias, según analistas, la Cancillería argentina intentó aclarar que no tuvo nada que ver con la fuga de Duarte aseverando que la exministra no podía ser encontrada dentro de la embajada en Quito desde el fin de semana y que salió “por decisión propia” y sin “previo aviso” a los funcionarios presentes.
El comunicado del canciller argentino Cafiero agrega una explicación poco coherente con la crisis desatada y cuenta que Duarte residía en un edificio distante de la residencia oficial del embajador con su hijo menor de edad, de nacionalidad argentina, y que luego de revisar el lugar, no la pudieron encontrar y que tomaba con “sorpresa y profunda tristeza” la decisión del gobierno de Lasso de “escalar” el conflicto entre ambos países por la situación de la exministra al expulsar de Ecuador al embajador de Argentina ante la burla de un escape increíble
Con esto queda en evidencia la supuesta falta de seguridad en la representación diplomática del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, ya que cualquiera puede entrar o salir de la embajada sin que nadie lo sepa. ¿No existen controles de seguridad?.
La acusada de corrupción reaparece en Venezuela y es asistida por diplomáticos argentinos
Es claro que sin ayuda del gobierno argentino, María de los Ángeles Duarte, jamás habría podido escapar de Ecuador. Al llegar a Caracas, fue recibida por el embajador argentino en Venezuela y todavía como burla escribió en su cuenta de Twitter:
https://twitter.com/MariaDuartePesa/status/1635629358801977349
