Por Paco Tilla –
La tragicómica frase del título de este artículo no es nueva y tampoco inventada por este cronista, pero grafica claramente el accionar de la izquierda uruguaya, que poco y nada le interesa consensuar acuerdos con el gobierno de Lacalle Pou. Sólo poner palos en la rueda.
Lo demostró claramente en el inicio de la pandemia de Covid-19, donde el FA intentó imponer sus ideas, pero felizmente el nuevo presidente en el 2020, hizo todo lo contrario y salió airoso y la población se lo agradece. De seguir los “consejos” de la cuarentena total con restricción de movilidad, vaya uno a saber donde se habría terminado. Los ejemplos en el mundo fueron desastrosos (ver caso argentino; 130.000 muertos por coronavirus y en cuarentena).
Lacalle Pou demostró que había que confiar en los ciudadanos que respondieron acatando las normas de libertad responsable y cuidados propios para enfrentar el flagelo. Punto para el gobierno.

Si el gobierno actual habla de economía, rápidamente sale algún “experto” frenteamplista a rebatir todo, nada está bien, hablan sobre como debe manejarse el tema económico y la receta milagrosa para utilizar. Lo que no se entiende es que si saben como hacerlo por qué no aplicaron esa “fórmula” durante los pasados 15 años cuando gobernaban el país.
Si se menciona el tema del agua, el director por el FA en el directorio de OSE, dijo que el gobierno anunció un plan de saneamiento para el interior del país con una inversión de 284 millones de dólares, que el director de OSE por el Frente Amplio (FA), Edgardo Ortuño, votó en contra por evaluarlo “insuficiente e inconveniente”, porque ellos lo habrían hecho mejor. La misma explicación anterior. ¿Por qué no lo hicieron cuando gobernaban?.
Desde el FA, no pierden oportunidad de aconsejar como se deben administrar los dineros públicos. Nada dicen de los despilfarros que dejaron en gastos innecesarios como la regasificadora, un proyecto inútil que le ha costado al país millones de dólares.
“El proyecto de la regasificadora no era viable desde su inicio”, dijo la presidenta de UTE, Silvia Emaldi.
En octubre de 2020, UTE contrató a la empresa Pricewaterhousecoopers para realizar una auditoría de gestión sobre el proyecto del Frente Amplio de la planta regasificadora de Gas Sayago, sociedad anónima cuyos accionistas son la empresa de energía eléctrica y Ancap. Emaldi subrayó la pérdida de 213 millones de dólares al presente y enfatizó en que “se hace difícil comprender las razones por las cuales se siguió adelante, incluso cuando en el año 2015 se cobró una garantía de 100 millones de dólares por la rescisión por incumplimiento del contrato principal”.
De esa garantía por 100 millones de dólares, 20 millones fueron destinados a gastos de administración, 36 millones al pago de préstamos, 23 millones al pago de impuesto a la renta y 21 millones al pago de activo fijo, describió.
El informe también detalla los beneficios de los funcionarios: gastos por viajes al exterior (290.000 dólares), capacitación que incluía maestrías y posgrados (247.000 dólares), gastos de alimentación (212.000 dólares), pago de aguinaldos dobles, indemnizaciones especiales por despido, entre otros gastos.
Además, Gas Sayago ha sido demandada por 37 millones de dólares, el costo de 8 millones de dólares por el desmantelamiento de los pilotes ubicados en el Río de la Plata, y los 3 millones de dólares anuales de gastos de funcionamiento mientras dure su liquidación, así como los gastos directos de UTE y Ancap que no figuran en la contabilidad.
El sueño faraónico del Antel Arena: de 40 millones a 118 millones de dólares

Durante el gobierno de José Mujica (2010-2015), Carolina Cosse fungió como Presidenta de la Administración Nacional de Telecomunicaciones (Antel) y un día se despertó dispuesta a cumplir un sueño personal que le diera réditos políticos pero que lo pagara Juan Pueblo; la construcción de un monumental estadio que albergara justas deportivas, espectáculos y eventos de todo tipo. El sueño de Carolina nos costó carísimo a los uruguayos. De los 40 millones de dólares anunciados, el delirio terminó costando 118 millones de dólares y en aumento. Un estadio con más lujos en Argentina, el Movistar Arena, finalizó con una erogación de tan solo 38 millones de dólares.
La inseguridad que dejó el Frente Amplio
Cuando el Frente Amplio dejó el gobierno el 1 de marzo de 2020, el Observatorio de Violencia y Criminalidad del Ministerio del Interior, informaba que entre 2018 y 2019 se registraron 807 homicidios y 60.547 rapiñas. Todo un récord.
A eso se debe agregar los datos de los 15 años de gobierno frenteamplista, pero vamos al día de hoy donde con tres años de la administración de Lacalle Pou, se le exige lo que la izquierda no pudo hacer en una década y media; combatir la delincuencia.
En el año 2018 se constataron 416 homicidios en todo el territorio nacional mientras que en el 2019 esa cifra descendió a 391, dando como resultado 25 homicidios menos.
El 60% de los homicidios fue cometido en la vía pública u otros espacios abiertos y el 28% de ellos fue cometido en una residencia.
El uso de arma de fuego en casos de homicidio descendió un 19,5% en el año 2019.
Entre los dos años se cometieron 807 asesinatos en el país.
La frágil memoria
Cuando las autoridades del actual Ministerio del Interior convocaron a reuniones con todo el espectro político para lograr acuerdos sobre el tema de la inseguridad, el Frente Amplio designó al exdirector de Convivencia y Seguridad Ciudadana, Gustavo Leal, quien llegó al encuentro olvidando el pasado ineficaz de la gestión frenteamplista sobre el tema y pensó que en una sola reunión se iba a concretar lo que no se hizo durante muchos años.
Totalmente desnorteado, Leal opinó que “El planteo por parte del gobierno y del Ministerio del Interior es que no creen que sea posible ningún tipo de acuerdo ni de proceso para construir políticas de Estado. Estoy sorprendido y un poco enojado por la puesta en escena que hizo el gobierno inflando un escenario que terminó siendo una pompita de jabón que se desvanece en el aire”, manifestó Leal. Pero volvemos a lo mismo, si tienen la receta para acabar con la inseguridad deberían haberla implementado cuando gobernaban. La izquierda nunca pidió forjar un acuerdo como lo hace hoy este gobierno.
Solo criticar, nada más. Ideas cero por parte del FA.
La próxima semana, segunda parte: El caso Ancap, el remate trucho de Pluna, la farsa de Envidrio y la reparación a las víctimas de la guerrilla armada, que el Frente Amplio no quiere otorgar.
MUY PRONTO: LOS PLANES OSCUROS DEL FORO DE SAO PAULO PARA URUGUAY (Investigación exclusiva de Iberoamérica Central de Noticias -ICN)