Para el gobierno socialista de España, presidido por Pedro Sánchez, las víctimas del terrorismo de ETA, están en un segundo lugar de consideración y tratando de minimizar el impacto de un acto público de reconocimiento a quienes cayeron bajo las balas y las bombas de los atentados de la banda criminal, ha optado por enviar las medallas por correo.
La Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo, dependiente de Moncloa, dice en una carta que acompaña la condecoración: “Me complace enviarle la medalla correspondiente a la insignia de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo que le ha sido concedida, con la que la sociedad española rinde testimonio de honor y memoria a todos aquellos que han padecido directamente la violencia terrorista”.
Luego el ministerio del Interior del PSOE y Podemos finaliza escribiendo: “La insignia expresa de forma simbólica el necesario reconocimiento público, social y moral a su sufrimiento injusto, a su contribución a una convivencia pacífica y a su memoria”.
Una forma insólita por parte de Pedro Sánchez de no molestar a quienes sostienen su gobierno, los proetarras de Bildu y los secesionistas,
Maite Araluce, presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo. En 1976, vio como su padre, José María Araluce, era fusilado por ETA, además, mataron a su chófer y a los tres policías que le escoltaban y en las redes sociales ha expresado:
https://twitter.com/maitearaluce/status/1587848195262058502