Divide y vencerás; lo que oculta la brecha en Argentina

Nos encontramos con serios indicadores de la realidad, indicadores que deberían conseguir un cambio en el comportamiento del sistema político por las graves consecuencias que puede acarrear un aumento del descreimiento en las instituciones siendo que el sistema judicial, los partidos políticos y el Congreso Nacional son quienes más rechazos recogen

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Congreso de la Nación Argentina (Foto ICN Diario)

Tec. Facundo Ordeig.-

Para el General José De San Martín un buen gobierno no se aseguraba por sus principios, sino por cómo éstos eran capaces de influir en la felicidad de sus gobernados y este es un pensamiento que debemos tener en cuenta al analizar la situación tanto social como política de Argentina, donde nos encontramos con que a la erosión de la Democracia se le prefiere llamar brecha para así continuar acentuando una suerte de lógica de divide y vencerás donde lo que importa no son los problemas de miles o millones de ciudadanos sino los acusados de provocarlos, lo que consigue viciar tanto la voluntad de unos como de otros para que éstos se enfrenten entre sí. Y aunque no es la cuestión que nos convoca, resulta necesario mencionarla al tener en cuenta que lo único que une a los argentinos de acuerdo al estudio de la Universidad Torcuato Di Tella, es la desconfianza.

En este punto nos encontramos con serios indicadores de la realidad, indicadores que deberían conseguir un cambio en el comportamiento del sistema político por las graves consecuencias que puede acarrear un aumento del descreimiento en las instituciones siendo que el sistema judicial, los partidos políticos y el Congreso Nacional son quienes más rechazos recogen, encontrando su contraparte tanto en las Fuerzas Armadas como en la Iglesia a pesar de los conocidos excesos y los graves escándalos en los que éstos se han visto involucrados en su historia reciente e incluso en el presente. Y esto, si bien preocupa, no llama la atención por ser una consecuencia lógica de las políticas fallidas en materia de
seguridad, educación, desarrollo social y economía – entre otras – junto a los duros golpes recibidos en su calidad de vida donde debemos destacar que de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Censos, son más de diez millones de ciudadanos los que se encuentran por debajo de la línea de pobreza pero además debemos pensar que la organización no gubernamental Haciendo Camino ha señalado que no sólo un cuarenta por ciento de niños, niñas y adolescentes se encuentra sufriendo de desnutrición, sino que más de la mitad de ellos se encuentra en situaciones de hacinamiento y sin poder acceder al agua potable. Estos hechos deben ser atendidos, no barridos debajo de la alfombra en acciones que a mi entender contrastan con el “progresismo” de sus gobernantes.

Y para seguir en esta línea de pensamiento debo reconocer que la interrupción voluntaria del embarazo debe considerarse un avance en materia de derechos pero debemos ser conscientes que en Julio de 2022 es Amnistía Internacional quien señala su especial preocupación por la salud sexual y reproductiva, por la educación sexual y por la violencia contra las mujeres y contra la comunidad LGBT, existiendo de acuerdo a UNICEF un constante incremento de los abusos a menores de edad – de 226% en los últimos cinco años – y encontrándonos con que en el último informe del Sistema Nacional de Información Criminal aparecen más de cinco mil setecientas víctimas de violación en apenas un año, resultándome difícil creer tanto en los esfuerzos como en la seriedad de las medidas que han implentado, pero antes de continuar con el siguiente punto es necesario mencionar que la criminalidad existente no se vincula en exclusiva a un solo segmento puesto que en lo concerniente a la generalidad de los delitos contra las personas, en el mismo período de tiempo nos encontramos con más de doscientas treinta mil víctimas de los más variados crímenes.

Para ir cerrando este artículo, es necesario referirnos al futuro de la nación el cual no sólo depende de la productividad del mismo sino también de la educación de las nuevas generaciones y aquí es donde nos encontramos con que si bien las pruebas PISA señalan un alto grado de conciencia sobre igualdad de género, pobreza e incluso migración, los resultados concernientes a la lectura, las ciencias y las matemáticas se encuentran en el puesto número 62 de 76 países, con resultados 38 puestos por debajo del promedio internacional, lo que la ubica automáticamente por debajo de Albania y de Bosnia Herzegovina pero si buscamos comparar con la región para igualar las condiciones, nos encontramos con que se ubica en el séptimo puesto de diez países consultados, estando más cerca de Panamá y República Dominicana que de Chile y Uruguay que son quienes encabezan el listado pero por cada uno de los asuntos aquí mencionados, existe un acusado, no una respuesta del Estado.

Hasta la próxima