Cristina Kirchner, de las carencias o las causalidades de un atentado fallido

Tec. Facundo O. Ordeig

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Imagen TV

Fernando Sabag de 35 años de edad es quien ha sido identificado como el responsable del fallido atentado contra Cristina Fernández de Kirchner en el marco de una crisis socio económica que golpea con dureza a la Argentina, crisis que se ha recrudecido desde que el Fiscal Luciani no sólo pidió una sentencia de doce años de prisión por ser considerada la
jefa de una asociación para delinquir, sino también su inhabilitación política en un hecho que consiguió congregar a cientos o quizá miles de manifestantes tanto oficialistas como opositores en las inmediaciones de su hogar, produciéndose varios episodios de violencia en los que incluso se ha herido a los funcionarios policiales que intentan contener la tensa situación que a diario se vive en Recoleta; sin duda alguna se debe agradecer que este atentado no prosperase pero son varios los detalles que llaman la atención cuando analizamos tanto los videos como las declaraciones que se encuentran circulando.

En primer lugar nos encontramos con que los escoltas de la Vicepresidente de la República no pareciesen ser capaces de detectar un movimiento extraño como lo es el de desenfundar un arma pero si bien esto podría pensarse como un error de su parte, debemos considerar que quienes están a cargo de su seguridad personal tampoco se interponen en la línea de fuego ni proceden a evacuarla con la rapidez que amerita una situación de alto riesgo donde no era posible saber si había un segundo o incluso un tercer atacante.

En segundo lugar nos encontramos con una extraña reacción por parte de Cristina Fernández quien siendo aparentemente la primera persona que ve el arma apuntando a su cabeza, no pareciese responder por instinto pues si bien se sorprende e incluso se cubre, el miedo no aparece en la ecuación pues a los pocos segundos vuelve a ponerse en pie como si nada hubiese sucedido e incluso saluda a manifestantes antes de ingresar a su hogar del que luego sale para estar con sus seguidores, quienes no deberían de permanecer en una zona comprometida y menos aún estando la Brigada de Explosivos revisando cada uno de los autos que allí se estaban.

En tercer lugar sería correcto mencionar que en una zona con gran presencia por parte de las fuerzas de seguridad del Estado, no son éstos quienes en primera instancia detienen a Fernando sino que quienes logran reducirlo son un pequeño grupo de manifestantes que responden más rápido que incluso su escolta.

Por último pero no por ello menos importante, debo referirme al propio atacante, quien casualmente es un ciudadano brasileño de extrema derecha del que piensan que puede contar con vinculaciones en el movimiento neonazi, pero que no sólo eligió una de las áreas más protegidas de la ciudad, lo que significaría acabar muerto o en la cárcel, sino que ni siquiera comprobó que tanto el arma como la munición estuviesen en las condiciones adecuadas como para cometer un magnicidio.

En conclusión, si bien no puedo asegurar de que nos encontramos ante un montaje político, pienso que aquellos que ponen en duda la veracidad de los hechos cuentan con varias “casualidades” a su favor y debemos ser conscientes de que cualquiera sea el caso, la institucionalidad se encuentra grave peligro.

Tec. Facundo O. Ordeig