
Otra vez, Jorge Bergoglio pone por delante su ideología política sobre la misericordia, porque sencillamente el no es un hombre de fe y menos el defensor de los desposeídos del planeta. Es el amigo de dictadores que avasallan a sus pueblos y esto debemos decirlo: sus acciones alejan a muchos de la iglesia que él dice representar.
Este personaje que se disfraza de sumo pontífice, es alguien que en lo absoluto le importa el sufrimiento de los más débiles.
En realidad es el “mensajero del mal” y ya no lo oculta; lo manifiesta claramente porque su discurso humanitario es falso desde todo punto de vista. No se atreve a condenar la barbarie de gobiernos tiránicos de América Latina.
Debería recordar Bergoglio cuando en 2018, tuvo que dar marcha atrás en su defensa de los casi 80 curas pedófilos de Chile, cuando muy enojado por las acusaciones en enero de ese año, Francisco realizó una encendidida defensa del obispo chileno Juan Barros, sospechoso de encubrir los abusos de un viejo cura pederasta, entre otros casos. El jefe de la iglesia católica dijo a los periodistas, “No hay una sola prueba en contra, todo es calumnia. ¿Está claro?”, enfatizó Bergoglio.
Con pruebas irrefutables, en abril de 2018, el papa no tuvo más remedio que admitir – en una carta a los obispos chilenos- que tuvo “graves equivocaciones de valoración” en referencia a los casos de abusos cometidos contra menores por curas católicos en Chile.
Fue entonces que el santo padre pidió perdón por haber tenido “graves equivocaciones de valoración” en Chile, al no poder negar los resultados de una investigación sobre abusos sexuales cometidos por sacerdotes chilenos.
Está muy bien rectificar, porque equivocarse es humano, aunque perdonar -en casos de pedofilia- nunca será “divino”.
El papa y sus amigos

Durante su pontificado, Francisco ha recibido con amplia sonrisa a sus amigos totalitarios de América Latina, Maduro, Rafael Correa, Cristina Kirchner y Raúl Castro. A ninguno le exigió cambios en su gobiernos.
El Papa Francisco defendió esta semana la “relación humana” que tiene con el dictador cubano Raúl Castro y sin cuestionar la brutalidad del régimen que oprime a quienes disienten con la tiranía señaló: “Cuba es un símbolo”. De la falta de libertad de expresión nada mencionó
El pontífice de Roma, dio una entrevista a la cadena Univisión en español y allí hizo referencia a Cuba.
En sus repuestas, Francisco admitió vínculos con el régimen cubano. “Yo quiero mucho al pueblo cubano, lo quiero mucho y tuve buenas relaciones humanas con gente cubana. Y también, lo confieso, con Raúl Castro tengo una relación humana”, dijo sin cuestionar al dictador y a la forma de opresión del gobierno a los ciudadanos de la isla.
“Cuba es un símbolo, Cuba tiene una historia grande, yo me siento muy cercano, incluso a los obispos cubanos”, agregó el Papa.
Al preguntarle por las afirmaciones que lo califican de comunista, Bergoglio respondió: “Ciertos grupos de medios de comunicación muy ideologizados, que se dedican a ideologizar la postura de los otros, a veces no saben distinguir el comunismo del nazismo, lo que es el populismo, lo que es un popularismo”, respondió.
Juan Grabois, el amigo del papa, con un cargo en el Vaticano, amenaza al kirchnerismo que dice integrar
El escaso discernimiento de Bergoglio le ha llevado a rodearse de personajes discutibles, que en vez de pacificar -como norma de la santa sede – se dedican a fomentar la confrontación, amenazando al propio gobierno kirchnerista con acciones extremas, como Juan Grabois, amigo personal del papa Francisco y nombrado por éste en un cargo en el Vaticano, donde se desempeña como miembro del “ministerio social y ambiental” de la santa sede. Grabois anuncia que podría irse del oficialista Frente de Todos (kirchnerismo), pero da un discurso violentista y amenaza con movilizar a las masas para realizar cortes de rutas y bloqueos a los puertos si no avanza el salario básico universal.
No exigen fuentes de trabajo, piden planes sociales de ayuda para dar un dinero que terminarán pagando los sufridos contribuyentes argentinos
La enorme cantidad de planes sociales donde parece que es más negocio no trabajar y recibir la ayuda del Estado, asusta. Un informe de Forbes Argentina, revela algo que asombra, hoy en Argentina existen 141 programas de protección social y ayudas estatales. Por día se destinan más de 800 millones de pesos al pago de planes sociales, unos 288.000 millones anuales.
El nuevo proyecto de salario básico universal es una “prestación monetaria mensual no contributiva y de alcance nacional destinada a trabajadores y trabajadoras de bajos ingresos”, que tiene como equivalente el monto de una Canasta Básica Alimentaria de un adulto.
Como corolario de las actitudes nefastas de Jorge Bergoglio, solo decir que recibe en Roma a sus amigos ideológicos, pero se negó a darle una audiencia a Margarita Barrientos, esa formidable mujer de Argentina, que día a día, con enormes sacrificios, alimenta en sus comedores de barrios carenciados a cientos y cientos de ciudadanos que viven bajo la línea de pobreza.
El camino al Cielo, señor Francisco, cada día- en su caso personal- está más lejano. Convendría que mire hacía abajo, muy profundo; porque creo que allí en ese lugar con tanto fuego, lo recibirán con mucho placer.