Sabido es que en Cuba la democracia no existe. Con un solo partido permitido, el Comunista, no tienen sus ciudadanos la opción de elegir entre otras opciones electorales.
Tampoco se permite la libertad de expresión ni la protesta pacífica y quien intente disentir o manifestarse será severamente castigado con duras penas de cárcel.
Los derechos humanos no son respetados en la isla y la salvaje represión es el método del régimen para acallar las voces de la disidencia.
Por eso resulta lastimoso el discurso que ha dado este viernes el presidente cubano Miguel Díaz-Canel en el cierre de la XXI Cumbre del ALBA-TCP, celebrado en La Habana, donde este enemigo de la libre expresión habló de democracia y se refirió a que Cuba, Nicaragua y Venezuela, no han sido invitados a la próxima Cumbre de las Américas, a desarrollarse en junio en EEUU.
«Estados Unidos, con sus prácticas hegemónicas y antidemocráticas, sin ningún tipo de justificación, pretende ignorar y silenciar ese justo reclamo, acudiendo incluso a maniobras de engaño», apuntó el dictador cubano.
Señaló Díaz-Canel que «aprovechando su condición de anfitrión a la IX Cumbre de las Américas, Estados Unidos persigue adoptar documentos y conceptos injerencistas, sin tener en cuenta los criterios de todos y excluyendo a países que tienen mucho que aportar sobre los temas centrales del evento». No explicó que pueden aportar Cuba, Nicaragua y Venezuela sobre democracia, eje central de la Cumbre de las Américas.
Con total desparpajo el cubano expresó: «La práctica de excluir no es nueva y confirma el interés de Estados Unidos por controlar el sistema interamericano, para utilizarlo en función de objetivos hegemónicos e imponer un poder fiscalizador de la democracia», recalcó.
En el colmo del delirio Díaz-Canel aseguró: «Dicen ser promotores de la democracia, que deliberadamente confunden con su sistema; pero no son capaces de asegurar un espacio plural. Pretenden estar interesados en una relación constructiva con nuestra región, pero irrespetan las diferencias». Tampoco explicó por qué el régimen cubano “no es capaz de asegurar un espacio plural” en la isla y permitir la libre exposición de ideas.
Todo esto lo expresó teniendo a su lado a otro enemigo de la democracia; Nicolás Maduro.