Uruguay: la marcha del silencio, las víctimas olvidadas y la mirada sesgada (Video)

Por supuesto que es legítimo recordar a los desaparecidos, para también es imprescindible pedir por las víctimas del terrorismo de los tupamaros, del OPR-33, que secuestraron, asesinaron a muchos inocentes y robaron, en años en que Uruguay vivía en democracia

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Foto archivo IMPO

La “marcha del silencio” que se cumple cada año en Uruguay en reclamo por los desaparecidos durante la dictadura militar en este país sudamericano (1973-1985), tiene una mirada sesgada de la historia, que no hace más que confundir a los jóvenes, intentando ocultar la verdad.

Por supuesto que es legítimo recordar a los desaparecidos, para también es imprescindible pedir por las víctimas del terrorismo de los tupamaros, del OPR-33, que secuestraron, asesinaron a muchos inocentes y robaron, en años en que Uruguay vivía en democracia.

Un acto terrorista en plena democracia (video)

El 29 de setiembre de 1970, en un salvaje acto terrorista, los tupamaros detonaron bombas en el Club Bowling de Carrasco, circunstancia en la que murieron dos terroristas dinamiteros y quedó inválida una inocente funcionaria del Club debido a las heridas recibidas. Hilaria Quirino Ibarra, una madre que se desempeñaba como cuidadora del establecimiento, fue herida de gravedad por el ataque tupamaro y nunca logró recuperarse de aquel trágico e injusto episodio que la marcó a fuego hasta el final de sus días. Ni ella ni sus cinco hijos, recibieron justicia y menos disculpas de los tupamaros. Por ella nadie pide en la “marcha del silencio”.

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Mujica reconoce que los tupamaros nunca enfrentaron a la dictadura militar

Durante mucho tiempo se intentó imponer una versión falsa de que la guerrilla tupamara del Movimiento de Liberación Nacional MLN, que José Mujica integraba, había iniciado sus acciones para enfrentar a la dictadura militar que comenzó en 1973, pero ninguna fecha coincide porque los tupamaros comenzaron a actuar en la década de los ’60 con robos, secuestros y homicidios durante gobiernos democráticos elegidos en las urnas.

El combate fue duro y los guerrilleros fueron cayendo y enviados a la cárcel y cuando los militares dieron el golpe de Estado el 27 de junio de 1973, la mayoría de los subversivos ya estaban en prisión.

En una entrevista con el diario El País de Montevideo (18 de octubre de 2020), el periodista le dice a Mujica: -“El presidente del directorio del PN (Partido Nacional), Pablo Iturralde, ha dicho que los tupamaros deben unas disculpas al pueblo uruguayo”.

Mujica respondió –“Sí, se las debo. Cuando el pueblo uruguayo nos precisó para pelear en la calle, para enfrentar la dictadura, no estábamos, estábamos en cana (presos). Esa es la disculpa que le doy”.

-“¿Y por los hechos de sangre?”, preguntó el periodista del diario El País y Mujica dio su respuesta:

“Eso también. Pero como guerrilla debe de haber sido la cosa más civilizada que ha habido en la historia de América Latina, porque acá una vida cuesta mucho”, dijo Mujica, tratando de minimizar los homicidios cometidos por la banda terrorista.

La marcha del silencio y Pascasio Báez el primer desaparecido

En este 2022, se realizó una marcha del silencio por los desaparecidos, pero en ninguno de esos carteles con fotografías estaba Pascasio Báez, el inocente peón rural asesinado en forma cruel por los tupamaros y que históricamente es el primer desaparecido en el país y que dos meses después de su secuestro, donde nadie sabía de su paradero, el 21 de diciembre de 1971 encontraron su cadáver enterrado con cal en una tumba clandestina.

El homicidio premeditado en plena democracia de Pascasio Báez, quien buscando en un campo un caballo perdido, se encontró de casualidad con un escondite de los tupamaros, que lo detuvieron durante dos meses para luego ejecutarlo con una inyección de pentotal para que no los delatara. Báez fue el primer desaparecido en Uruguay. El ex guerrillero tupamaro Jorge Zabalza, consideró este crimen, “un delito de guerra contra un ciudadano totalmente ajeno a la confrontación que se desarrollaba en el Uruguay”.

Y la lista de inocentes asesinados por los terroristas es muy extensa, pero por ellos, nadie organiza marchas del silencio.