Por un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) firmado por el presidente de Argentina Alberto Fernández, durante la pandemia de coronavirus, quedaron prohibidas las siguientes actividades: eventos culturales, sociales, recreativos, religiosos o familiares y actividades en general. La misma limitación regirá en espacios al aire libre si se trata de espacios privados de acceso público y de los domicilios de las personas, salvo el grupo conviviente, a la vez que la circulación de vehículos privados en las calles debían ser autorizados
Pero el primero en violar su propio decreto fue el mandatario argentino, que organizó una fiesta con invitados en la residencia presidencial, para festejar el cumpleaños de la primera dama.
Para intentar zafar del juicio, ofreció pagar una multa y el fiscal de San Isidro, Fernando Domínguez, aceptó el pago de resarcimiento de Alberto Fernández y su esposa Fabiola Yañez, para cerrar la causa contra ambos por violación de la cuarentena por el festejo de un cumpleaños a cambio de un total de tres millones de pesos (unos 25.000 dólares).
Esto causó indignación en los ciudadanos argentinos que debieron dejar de ver a sus familiares, no acercarse a quienes enfermaban de Covid-19 y dejar morir solos a sus padres o abuelos por tener prohibido el contacto por decreto preidencial para evitar los contagios.
Entre varios, el caso de Pablo Musse, el padre de Solange, la joven que falleció sin poder despedirse de su familia por las restricciones durante la cuarentena por coronavirus.
Al referirse al presidente Fernández, dijo: “Es un sinvergüenzas, porque otra cosa no es. En este caso la Justicia no tiene que ser igual para todos: es el que dictó el DNU, el que lo rompió y el que nos mintió. Pero la Justicia es eso, con un poco de plata lo arreglás. Y así fue, lo aceptaron”, aseveró el padre de la joven fallecida.
