Los jugadores de Defensor Sporting salieron este sábado al terreno de juego del parque Franzini, portando banderas en referencia a los desaparecidos y recordando una de las más negras historias del Uruguay durante la dictadura militar.
Pero los “tuertos”, con esa mirada limitada, recuerdan sólo una parte de esa nefasta historia que padecimos los uruguayos, porque si es justa la lucha por los desaparecidos, también lo es la causa de las víctimas del terrorismo de la guerrilla armada. Muertos inocentes que a diferencia de los ex presos políticos, aún siguen en espera de una reparación. Ex tupamaros reciben hoy una pensión por parte del Estado, extensiva a sus familiares, pero las familias de los asesinados por los terroristas, nada.
Los muchachos de Defensor Sporting, quedan en deuda con una parte importante de la sociedad uruguaya.
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Para la información de los jugadores de Defensor Sporting, sólo algunos ejemplos
En 2006, durante el primer gobierno de Tabaré Vázquez, se otorgaron pensiones o jubilaciones a las víctimas del terrorismo de Estado. En 2020, pocos días antes de dejar su último mandato, Vázquez hizo que estas pensiones se trasladaran en un 100% a cónyuges o concubinos, e hijos menores o discapacitados, según explica un artículo del diario El País.
Pero lamentablemente, el expresidente Vázquez no miró hacía el otro lado, ni él ni los legisladores del Frente Amplio y tampoco la INDDHH, tuvieron en cuenta a las víctimas de la guerrilla tupamara, que asesinó a personas inocentes durante su accionar criminal durante años de gobiernos democráticos, previos a la dictadura militar ( 27 de junio de 1973 – 1 de marzo de 1985).
¿Es lógico que quienes asesinaron a inocentes hoy reciban una pensión de reparación y las víctimas de los tupamaros nada?. Como ejemplo vale citar tan sólo unos pocos casos – entre varios – la ejecución por parte de los tupamaros de Juan Andrés Bentancur, sereno de la fábrica Niboplast, asesinado al dar aviso a la policía de que los terroristas estaban robando en dicha empresa. – 22/06/71.
El homicidio premeditado en plena democracia del peón rural Pascasio Báez ( 21 de diciembre de 1971), quien buscando en un campo un caballo perdido, se encontró de casualidad con un escondite de los tupamaros, que lo detuvieron durante dos meses para luego ejecutarlo con una inyección de pentotal para que no los delatara. Báez fue el primer desaparecido en Uruguay. El ex guerrillero tupamaro Jorge Zabalza, consideró este crimen, “un delito de guerra contra un ciudadano totalmente ajeno a la confrontación que se desarrollaba en el Uruguay”.
Dr. Julio Federico Morato Manara, asesinado por los sediciosos en su domicilio para robarle material quirúrgico. El eminente y reconocido científico se resistió al ataque de los tupamaros y se trabó en lucha con los terroristas quienes le dispararon en forma cobarde a quemarropa sin ningún reparo. Murió en el lugar frente a su esposa. – 04/05/72
Vicente Oroza, un ciudadano español chofer de Cutcsa, asesinado por un tupamaro – plenamente identificado – en el Cerro de Montevideo, por negarse a atropellar con el ómnibus a un grupo de las fuerzas conjuntas que realizaba un control callejero, también en años de democracia. Los subversivos hirieron a un soldado que subió al vehículo y Oroza intentó protegerlo y para ello les abrió la puerta trasera del transporte público a los guerrilleros para que pudieran escapar, pero el tupamaro, que además era su vecino del barrio, asesinó a Oroza con varios balazos. 28 de junio de 1972.
Pero estos son sólo algunos de los casos de víctimas de la guerrilla que hasta el día de hoy no tienen reparación. La larga lista de inocentes asesinados comienza en las décadas de los años cincuenta y sesenta, en años de democracia. (Ver: http://verdaduruguay.orgfree.com/)
Según cuenta Montevideo Portal, se han sumado al pedido por los desaparecidos, los equipos de Villa Española, Racing, Miramar Misiones y el equipo femenino de Danubio. Un lástima que solo se vea una parte de la historia. Tanto los desaparecidos como los asesinados por los tupamaros, merecen justicia.
Sería justo que también se pidiera por la reparación de estas víctimas con pensiones similares y no tener una mirada miope.