Amor en tiempos de guerra: “Yo siempre te amé Joe” dijo Maduro, “Y yo a tí, Nico” respondió Biden

0
156
Serenata de amor

Por Paco Tilla (no teníamos otro humorista a mano).-

La guerra tiene esas cosas y un amor oculto e irrefrenable, que puede hacer empalidecer a Romeo y Julieta surge, a pesar de que las familias de ambos se oponen.

Hay una notoria diferencia de edad entre los dos enamorados, pero ese no será un impedimento, cuando el amor es más fuerte.

Nada es fácil. Desde la familia del venezolano sospechan que hay un interés del americano por la dote y que jugará con los sentimientos del joven, que ya ha dicho le ofrecerá una serenata, cuando Joe viaje a pedir su mano.

¿Qué pretende usted de mi?

Joe apuró el compromiso y Nico – al estilo Isabel Sarli – preguntó: ¿Qué pretende usted de mí? y el enamorado del norte respondió con esa sinceridad tan típica en él, “quiero enviarte a mis padrinos para que dialoguen y concertemos el compromiso y la dote que corresponde entregarme”.

-¿Qué tipo de dote pretende usted?, inquirió Nico, cual grácil doncella…

-No sé, lo que tu familia tenga a mano, petróleo, oro, en fin lo que sea…

-El oro lo tiene intervenido Capuleto Guaidó, pero lo demás se puede conversar…

-Bien, Nico -dijo Joe- ¿y tú que quieres a cambio?

-Primero, que mi querido Álex Saab vuelva a Venezuela y sea testigo del compromiso.

-Concedido. ¿Qué más?

-Que el tío Diosdado pueda viajar a tu país y todos los miembros y miembras de mi corte de aduladores, no tengan problemas y que mi querida Delcy Eloína, pueda viajar ya a Estados Unidos para hacerse un tratamiento de belleza, agregó Nico.

-Mañana levanto todas las sanciones -aseguró Joe- en cuanto al tratamiento de belleza de tu amiga Delcy Eloína, lo veo difícil, los especialistas de aquí son muy buenos, pero no hacen milagros.

-¿Qué le digo a Vladi?, va a creer que lo quiero traicionar – pensó en voz alta Nico.

-Dejálo, ese es un infiel, hoy dice que te ama y mañana te tira un misil, aseveró Joe.

-Tienes razón querido Joe; hagamos el amor y no la guerra- dijo Nico y se fue danzando entre las flores a conversar con el pajarico chiquitico de Chávez.