Ni Pablo Casado ni Teodoro García Egea, pueden seguir en el Partido Popular de España. El desprestigio que ellos mismos generaron, no tiene vuelta atrás y eso la militancia lo sabe y si hoy ven que los dos, o uno solo sigue, las deserciones aparecerán en cataratas, según analistas.
La escasa inteligencia de ambos, sumado a los celos enfermizos de Pablo Casado por el éxito arrollador de Isabel Díaz Ayuso, han dinamitado al partido de una forma que ni el peor enemigo podría imaginar para atacarles.
Casado sabe que este es el fin de su carrera política y la inevitable caída en los porcentajes de los sondeos de opinión no necesario esperarlos, porque desde el despretigio no se vuelve.
Como un manotón de quien ve que se hunde, Casado apela con desesperación a un acuerdo increíble y los ataques de ayer a Díaz Ayuso, los cambia por halagos y en una reunión fallida con ella, este viernes, le ha ofrecido “olvidar” todo y trabajar juntos de ahora en más; levantar el expediente en su contra con la condición que públicamente diga que no había existido ningún espionaje a su familia por parte del PP, pero la presidenta de Madrid se negó.
En el colmo de la insensatez, Pablo Casado le habría dicho a Díaz Ayuso: “Tú serás mi candidata en Madrid, yo el tuyo nacional y pedimos perdón a los votantes”, según informa OKDIARIO.
Es tan descabellado lo que pretende el hasta ahora presidente de los populares, que en su delirio, cree que con pedir perdón a los votantes todo se arregla. Nada más absurdo.
La “victimización” de Casado y la sucia jugada con su ladero García Egea, solo ha servido para fortalecer aún más a Isabel Díaz Ayuso, que logra encaminarse a un destino mayor dentro del partido.
El PP necesita un cambio urgente de líder que lo vuelva a instalar como el principal partido de la oposición y con Casado y García Egea al frente, va camino a dejar crecer a Vox y a que el PSOE, logre levantar en las encuestas.
Tal vez sea el momento de dos mujeres fuertes del PP, Isabel Díaz Ayuso y Cayetana Álvarez de Toledo, otra dirigente que la dupla Casado-García Egea, intentó silenciar al relevarla de su cargo de portavoz en el Congreso.
