Nicolás Maduro es un fiel soldado del Foro de São Paulo, pero la organización izquierdista que lo utiliza a su antojo- parece, en lo previo, haberle soltado la mano en pos de otras necesidades más urgentes.
Una frase de Nicolás Maduro define su obsecuencia: «El Foro de São Paulo es una clara y fehaciente muestra de que estamos más unidos que nunca, desde el punto de vista moral, espiritual y político. Más temprano que tarde, lograremos aglutinar a todas las fuerzas progresistas en un gran proyecto que unifique a nuestros pueblos» (Caracas, 29/07/2019).
Pero ahora todo parece haber cambiado. En las últimas horas el presidente chavista salió indignado a decir que “la derecha mundial y la izquierda cobarde que se viste de progresista, que validan su discurso contra nuestras revoluciones, nuestros pueblos y nuestros procesos para que el imperio imponga sus crueles políticas”.
¿A qué se refiere Maduro al decir que hay una “izquierda cobarde que lo ataca?. Es muy simple: El presidente de Perú, Pedro Castillo; el mandatario electo de Chile, Gabriel Boric y el candidato a la presidencia de Colombia, el exguerrillero del M19, Gustavo Petro – todos izquierdistas – han salido a decir públicamente que el modelo chavista de gobierno de Maduro, “no es el camino a seguir para sus países” y esto desató la ira del “hijo de Chávez”, como a él le gusta identificarse.
En el programa de TV de Diosdado Cabello, el número dos del régimen, Maduro dijo indignado que “todos los días hay una campaña contra Venezuela. Por ahí ha surgido una izquierda cobarde que basa su discurso en atacar el modelo bolivariano exitoso, victorioso, en atacar el legado histórico, y en atacarme a mí como presidente” y agregó “Es una izquierda derrotada, fracasada, una izquierda cobarde frente al imperialismo, frente a las oligarquías. Y entonces quieren ponerse un barniz para que las oligarquías los perdonen, y lo peor de todo es que no los van a perdonar, a ninguno. Entonces asumen la peor cara de contrarrevolucionarios, de antibolivarianos, desde alguna izquierda cobarde que hay por ahí”, insistió un desencajado Maduro.
El motivo por el cual tres izquierdistas aparentan alejarse de Maduro y Daniel Ortega
Que Pedro Castillo de Perú, Gabriel Boric de Chile y Gustavo Petro de Colombia, hayan coincidido en manifestarse en contra del régimen de Venezuela y a su vez los dos primeros han criticado al dictador nicaragüense Daniel Ortega, por su fraudulenta elección para mantenerse en el poder en Nicaragua, no es una casualidad y tiene su explicación en la estrategia diseñada por el Foro de São Paulo, de intentar captar moderados para que el “discurso” no quede sólo en los ya convencidos. Van en busca de mayor reconocimiento. Por ejemplo, luego de incentivar las movilizaciones violentas en Chile, Colombia y Ecuador, el Foro de São Paulo, comienza con sus planes a mirar a Uruguay, uno de los países más democráticos de la región.
El nuevo plan es mostrar a una presunta “izquierda democrática”, que no comulga con las acciones del Maduro y de Daniel Ortega y, aunque no sea verdad, mostrar una cara que no es la real.
Esto se confirma en el documento base del XXIII Encuentro del Foro de São Paulo (FSP) – Managua – 2017, donde hay una clara y peligrosa propuesta – ya en ejecución- que atenta contra la democracia de los países de la región. Una acción para socavar gobiernos democráticos que se viene gestando hoy en día con su aplicación:
“La izquierda debe proponerse tomar todos los espacios posibles de radio, prensa y televisión, aunque sea a nivel de programas pagados para erosionar a los partidos de derecha y propagandizar nuestro proyecto, a nivel local, nacional e internacional, entendiendo que todo ciudadano, independientemente de sus posiciones políticas, es objeto y sujeto de nuestra atención y para los cuáles siempre tiene que haber un discurso, de lo contrario seguiremos perdiendo el tiempo dirigiéndonos solamente a los sectores convencidos y desde una posición más sectaria que educativa”.
(Documento base del XXIII Encuentro del Foro de São Paulo (FSP) – Managua – 2017)
Por ello, tanto Boric, como Castillo y Petro, aplican el plan “izquierda democrática” que no es más que una pantalla circunstancial que les sirve para sus fines electorales y nada más, provocando la ira del “compañero” Maduro, al que parecen haberle soltado la mano… Al menos por un rato…