Cada tanto tiempo, Nicolás Maduro, mide el resultado de la gestión del circunstancial ministro de Exteriores ante el mundo y aunque sean obsecuentes y serviles, los cambia de lugar y les otorga otro carguito dentro del gobierno.
Delcy “Betty” Rodríguez y luego Jorge Arreaza, el ex yerno de Hugo Chávez, han sido nefastos al frente de la cancillería chavista. De diplomacia cero, sólo fueron provocadores de barricada, sin la mínima idea de lo que debe ser un canciller. Rodríguez y Arreaza hicieron del insulto y la provocación los ejes de su función. La espantosa gestión del ex marido de una de las hijas del fallecido dictador en asuntos diplomáticos, llevó a Maduro a desplazarlo y ponerlo como candidato a gobernador del estado Barinas. Arreaza perdió estrepitosamente y en adelante su futuro es incierto.
Ahora es el turno de Félix Plasencia, que si bien se dice es diplomático de carrera, esto no lo hace apto para el cargo, porque antepone la filosofía del régimen chavista, a la función diplomática.
Sus acciones parecen ir por el mismo camino que sus dos antecesores; la confrontación y las bravuconadas ya comienzan a verse y a falta de estilo diplomático sale al ruedo a criticar al presidente de Colombia, con aseveraciones que tratan de distorsionar la realidad.
Plasencia, ignorando la salvaje intimidación al pueblo venezolano por parte de Chávez y Maduro durante años, las violaciones a los derechos humanos, los presos políticos y los hechos de corrupción del régimen, pretende cargar en otros mandatarios, las barbaridades cometidas por el chavismo, como si el mundo no viera lo que ocurre en Venezuela.
Félix Plasencia, afirmó que la obsesión del presidente Iván Duque por su país busca ocultar las masacres y la tragedia que se vive en Colombia.
“La obsesión compulsiva sobre Venezuela que padece el Capo que se ha enquistado en el Palacio de Nariño solo pretende ocultar las masacres, los desplazados y la tragedia humanitaria que se vive en Colombia, un narcoestado hecho a la medida del señor Duque”, indicó Plasencia a través de su cuenta de Twitter.
En primer lugar, Plasencia no reconoce los valores de la democracia cuando dice que Duque “se ha enquistado en el Palacio de Nariño”, la sede de la presidencia de Colombia. Pero el mandatario del país vecino llegó allí por el voto del pueblo colombiano y no por elecciones fraudulentas y también Iván Duque se irá por el voto de la gente, no como ocurre hoy en Venezuela, donde no existen garantías de elecciones libres y transparentes.
Plasencia también rechazó las declaraciones de Duque sobre el proceso de diálogo entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición en México.
“No es de extrañar que un político de su calaña, incapaz de respetar lo pactado en los Acuerdos de Paz en Colombia, se exprese de esa forma sobre los enormes esfuerzos que todas las partes involucradas han venido haciendo a favor de promover el consenso entre las y los venezolanos”, señaló Plasencia en un segundo mensaje sobre el mandatario colombiano.
El canciller hizo referencia a las declaraciones de Duque en las que cuestionó el proceso de diálogo en Venezuela, mientras el dictador Maduro siga en el poder.
Pero hay más, es tan vergonzosa la actitud de Plasencia que en su cuenta de Twitter escribió: “El hermano pueblo colombiano no merece ese desgobierno, que ha demostrado su incapacidad para combatir la miseria y la muerte. Es momento de una intervención de los organismos internacionales competentes”, pero si en esta frase del canciller chavista, sustituimos la palabra “colombiano”, por “venezolano”, nadie dudaría que estaría haciendo referencia a lo que ocurre en Venezuela.
En fin, Félix Plasencia es más de lo mismo, otro personaje que le sirve al régimen tanto para un barrido como para un fregado. Como afirma el viejo dicho popular: “El mismo perro con diferente collar”.