Entre 400 y 500 venezolanos cruzan a diario y por pasos clandestinos la frontera de Bolivia a Chile

“ACNUR está fortaleciendo su respuesta en la frontera norte a modo de apoyar a las autoridades nacionales regionales y locales en la mejora de las condiciones de recepción de estas personas” ha dicho Rebeca Cenalmor-Rejas, jefa de la Oficina Nacional de ACNUR en Chile

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Foto: © ACNUR

La Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) ha alertado que desde noviembre de 2021, entre 400 y 500 personas cruzan la frontera de Bolivia hacia Chile todos los días, la mayoría de nacionalidad venezolana, quienes buscan en la nación austral mejores condiciones de vida o reunirse con familiares residentes, entre otras motivaciones.

En esta línea ACNUR ha asegurado que ha dispuesto un operativo especial con el objetivo de reforzar su presencia y la distribución de asistencia en la frontera norte de Chile; zona roja de este fenómeno migratorio, la cual se ha visto desbordada por la alta cantidad de personas que llegan a diario al área. A su vez, los migrantes son acechados por bandas de explotación sexual y grupos criminales que buscan lucrarse con el traslado clandestino de seres humanos.

“ACNUR está fortaleciendo su respuesta en la frontera norte, a modo de apoyar a las autoridades nacionales, regionales y locales en la mejora de las condiciones de recepción de estas personas”, ha dicho Rebeca Cenalmor-Rejas, jefa de la Oficina Nacional de ACNUR en Chile.

A esta situación,  se suma que muchos menores,  adolescentes, mujeres embarazadas y personas adultas mayores se han visto enfrentadas en su largo camino migratorio a las duras condiciones climáticas del desierto de Atacama, donde los días son muy calurosos y las temperaturas nocturnas pueden bajar hasta los -20°C, sufriendo desnutrición producto de la poca alimentación, deshidratación, hipotermia y mal de altura.

“La mayoría de las personas están utilizando vías no regulares, desafiando las inclemencias del Desierto de Atacama y enfrentándose a riesgos de explotación sexual, así como al abuso de grupos criminales. Llegan a pie y sin la vestimenta adecuada para protegerse de las condiciones climáticas extremas del desierto, donde los días son muy calurosos y las temperaturas nocturnas pueden bajar hasta los -20°C”, ha relatado ACNUR.