Si Michelle Bachelet no estuviera en el cargo de Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, su apoyo explícito al izquierdista Gabriel Boric, no sería motivo de polémica, porque como expresidenta de Chile, estaba en su derecho de manifestarse públicamente sobre sus preferencias políticas.
Esto mismo lo reafirmó la misma Bachelet al declarar luego de votar por Boric, este pasado domingo: “Intervencionismo electoral, para nada. ¿Qué es lo que es intervencionismo?, es cuando un gobierno, por ejemplo, usa recursos propios para apoyar un candidato, pero yo soy expresidenta. “¿Alguien podría pensar que un expresidente no tiene opinión?”, dijo la chilena, pero se olvidó que ella ejerce un cargo internacional dependiente de la ONU y que la neutralidad es esencial.
Bachelet con su declaración sobre su ópcion política, estaba dejando en claro su apoyo a alguien que dentro del nuevo gobierno tiene como asociado al Partido Comunista de Chile, que defiende a las dictaduras de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
”No da lo mismo por qué candidato se vota y por eso yo voy a votar por Gabriel Boric, y quiero hacer un llamado a todos mis compatriotas a que asistan a votar”, dijo la exmandataria en Santiago.
¿Entonces cómo creerle a Bachelet y que se debe esperar cuando tenga que exigirle a esos regímenes que cumplan con los estatutos de Derechos Humanos de la ONU, si ella misma ha votado a un candidato que tiene como aliado al Partido Comunista, que niega que los presidentes, Maduro, Díaz-Canel y Daniel Ortega son violadores de los derechos de sus pueblos y son enemigos de la democracia?.
Lo que dice el Estatuto y Reglamento del Personal de las Naciones Unidas
En el apartado “Derechos y obligaciones generales”, la ONU señala:
f) Si bien las opiniones y convicciones personales de los funcionarios, incluidas las de orden político y religioso, son inviolables, los funcionarios deberán asegurarse de que esas opiniones y convicciones no menoscaben sus deberes oficiales ni los intereses de las Naciones Unidas. En todo momento se comportarán de una forma acorde con su condición de funcionarios públicos internacionales y no realizarán actividades incompatibles con el fiel desempeño de sus funciones en las Naciones Unidas. Evitarán todo acto y, en especial, toda declaración pública que pueda desprestigiar su condición de funcionarios públicos internacionales o que sea incompatible con la integridad, la independencia y la imparcialidad requeridas por tal condición;
g) Los funcionarios no aprovecharán sus cargos ni los conocimientos adquiridos en el desempeño de sus funciones oficiales para obtener beneficios personales, sean financieros o de otro tipo, ni para beneficiar a terceros, como familiares, amigos y personas a quienes deseen favorecer. Tampoco utilizarán su cargo por motivos personales para perjudicar a quienes no disfruten de su favor.
https://twitter.com/lilianaf523/status/1472363729501175814
La ONU, a través de sus voceros ha dicho que “no hay comentarios” sobre las declaraciones de Bachelet y eso transforma a la organización internacional en cómplice de los actos de su Alta Comisionada para los Derechos Humanos.