Hay hechos que el mundo no logra entender sobre la ONU y este es uno de esos casos inexplicables: Nicaragua fue reelecta el viernes para un nuevo período en la Comisión de Derecho Internacional de Naciones Unidas, ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, en Países Bajos.
“Nicaragua fue reelecta para ser miembro en la Comisión de Derecho Internacional de Naciones Unidas, depositando en Nicaragua su plena confianza, como reconocimiento a nuestra trayectoria histórica y contribuciones al Derecho Internacional”, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores del régimen nicaragüense en un comunicado.
La reelección de Nicaragua fue destacada por el oficialista portal 19Digital como un triunfo diplomático, después que la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Europea, y una serie de países declararan ilegítimas las recientes elecciones presidenciales y legislativas en este país.
Que Nicaragua integre la Comisión de Derecho Internacional de Naciones Unidas, es como designar a un zorro para ir a cuidar un gallinero.
El texto detalla que el embajador nicaragüense Carlos Arguello, abogado de carrera, fue reelecto en la Comisión por los próximos 5 años, a partir de enero de 2023.
Pero las incongruencias de la ONU no terminan allí si se considera que la dictadura chavista integra hasta el 2022, el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
La ONU, se deteriora y cada vez deja en evidencia su poca influencia en el mundo.
Hay países que se enfrentan, pelean, invaden territorios extranjeros, cometen violaciones a los derechos humanos y la ONU más allá de indignarse no puede parar una guerra.













