¿Cómo ha recibido Europa los resultados de los comicios regionales de Venezuela?

“El pueblo venezolano está hastiado o tiene miedo y es muy comprensible”, dice Susana Beltrán, profesora de derecho internacional en la Universidad Autónoma de Barcelona y vicepresidenta del Consejo Catalán del Movimiento Europeo, quien además destaca que en el país latinoamericano “se está lejos de cumplir con los estándares necesarios para unas elecciones democráticas”

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Foto VOA

Tras las polémicas elecciones regionales de Venezuela, en las que participó un sector de la oposición, el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) ganó 20 de las 23 gobernaciones del país, además de la alcaldía de Caracas.

Analistas consultados por la Voz de América sostienen que el triunfo del oficialismo era “previsible” y coinciden, una vez más, en que la gran vencedora de los comicios ha sido “la abstención”, que ascendió cerca del 58% frente a un porcentaje de votos de un 41.8%, según indica el CNE.

“La abstención era previsible”

“Ha votado muy poca gente y era previsible. Yo creo que en este momento la población está en una situación más pendiente de su supervivencia física que de otra cosa, dado la situación económica tan alarmante que ha atravesado el país, si bien es verdad que últimamente alguna de las medidas económicas que ha tomado el gobierno ha hecho que la situación mejore”, afirma a la Voz de América Rogelio Núñez, investigador asociado del Real Instituto Elcano, con sede en Madrid.

Núñez también afirma que la victoria del oficialismo en 20 de las 23 gobernaciones era “predecible” por “su control del aparato del Estado” y por la falta de “unión” y de “un liderazgo claro” por parte del bloque opositor.

“El pueblo venezolano está hastiado o tiene miedo y es muy comprensible”, dice Susana Beltrán, profesora de derecho internacional en la Universidad Autónoma de Barcelona y vicepresidenta del Consejo Catalán del Movimiento Europeo, quien además destaca que en el país latinoamericano “se está lejos de cumplir con los estándares necesarios para unas elecciones democráticas”, las cuales considera que “no servirán para legitimar a Maduro”

¿Retorno a la mesa de negociación?

Aunque analistas como Núñez opinan que las negociaciones podrían haber servido como “primer punto” para seguir con los diálogos entre la oposición y el oficialism​o, Maduro mencionó que no retornará a México a negociar​ hasta que se resuelva “el secuestro” del empresario colombo-venezolano Alex Saab, considerado como presunto testaferro del mandatario venezolano y quien fue extraditado a Estados Unidos.

Para Beltrán, “las negociaciones no se pueden chantajear con proporcionar una fuga a Alex Saab”. La letrada considera que el empresario colombo-venezolano “debe resolver sus causas pendientes ante los tribunales” y sostiene que Maduro “no puede utilizar a la oposición política para que Saab escape de la justicia”.

Por otro lado, Maduro acusó a la Unión Europea de tener “complejo de superioridad”. El mandatario, además, amenazó al bloque con dar una “respuesta política, institucional y diplomática contundente” en el caso que el bloque emita un veredicto sobre el proceso electoral, puesto que el bloque desplegó unos 130 observadores internacionales y emitirá un informe sobre el proceso electoral.

El investigador del Real Instituto Elcano dice no sentirse sorprendido por estas advertencias: “Entran dentro del juego político y el show mediático de Nicolás Maduro”.

“Nadie ha ganado”

El exalcalde de Caracas exiliado en España Antonio Ledezma expresó a través de Twitter que, tras las elecciones, “nadie ha ganado” y que “perdió la democracia”.

“[La] narcodictadura impone su esquema en un país con su gente acorralada y huérfana de conducción atinada. Infiltrados y colaboradores cumplieron su deshonroso papel. Ahora toca deslastrarnos de todo ese lastre para poder recuperar Venezuela”, agregó.

Antes de que se celebraran los comicios, Ledezma avanzó a la VOA que, según su opinión “en Venezuela se vota, pero no se elige” y condenó la participación de la oposición en el proceso electoral, lo que calificó como una “contradicción” que obliga a reclamar “una nueva conducción política para Venezuela”.