Santiago Cafiero es un político argentino que de profesión librero, terminó como canciller del gobierno kirchnerista, pasando por la jefatura del gabinete de ministros del presidente Alberto Fernández, de donde tuvo que salir por presiones de la vicepresidente Cristina Kirchner, que ordenó que ese cargo (jefe de gabinete), fuera para Juan Manzur, el exgobernador de la provincia de Tucumán.
Hoy, Cafiero, reconvertido en minutos en diplomático, más allá de tener un serio conflicto con el uso del champú y el acondicionador de pelo (ver el desaliño y la desprolijidad de sus cabellos), opina, sin conocimiento de causa, sobre temas que desconoce y hace aflorar la prepotencia de un lego en asuntos de la diplomacia.
Este licenciado en Ciencia Política, carece de los mínimos conocimientos para el cargo para el cual ha sido designado, pero el actual gobierno argentino parece no estar interesado en la diplomacia internacional, porque el anterior ministro de Exteriores – Felipe Solá- ni siquiera hablaba en inglés, idioma fundamental para la comunicación entre pares de distintas partes del mundo.
Santiago Cafiero, opina con atrevimiento y son risibles sus opiniones y su desmedida prepotencia al “afirmar” sobre el TLC de Uruguay y China que: “Beijing no va a oficializar un acuerdo que puede complicar la relación con Argentina”, dice como si su país fuera el ombligo del mundo. Imagino que los chinos deben estar consternados por la afirmación de “Cafierito”.
Pero no terminan allí las elucubraciones del personaje devenido en jefe de la diplomacia argentina. El improvisado canciller agrega en una entrevista con el portal Infobae sobre el acercamiento entre Uruguay y China para un TLC: “Vamos a ver. Nosotros somos importantes para Beijing, y ellos no van a oficializar un acuerdo que puede complicar la relación bilateral con Argentina”.
Ya en el colmo del delirio, Cafiero puntualiza en una primera versión del artículo de Infobae, posteriormente editada: “Yo hablo con los chinos, y no es tanto como se asegura en Uruguay”, dijo con total desparpajo.
Que es un desubicado, no tengo dudas y que es un atrevido tampoco. Tal vez Cafiero crea que somos la Banda Oriental.
Buen diplomático se nace, viene desde la cuna; aunque payaso también…
Bañate mugriento y lávate el pelo!!!
Un baño de humildad necesita este porteño payaso y de paso un buen lavado de esos pelos que parece que no ven agua y champú desde hace mucho tiempo.
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