Enríquez-Ominami: a pesar de tres derrotas intenta ir otra vez por la presidencia de Chile

Enríquez-Ominami, sin embargo, no explica por qué, durante los gobiernos de izquierda que gobernaron Chile luego de la dictadura, no se acordó un proceso constituyente en paz y sin apelar a la violencia como se hizo ahora

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© Sputnik / Francisco Lucotti

Claramente a Marco Enríquez-Ominami, líder del Partido Progresista de Chile (izquierda), los números no están a su favor, pues el  izquierdista ha ido perdiendo adeptos durante los años. En 2009 obtuvo un 20% de los votos, en 2013 un 10, en 2017 un cinco y según el último estudio de la encuestadora privada Cadem, sólo tres de cada 100 lo apoyaría en las elecciones presidenciales del 21 de noviembre de este año.

Pero el tipo es terco e insiste. Cuando perdió la última elección en 2017, Enríquez-Ominami se retiró de la política nacional y concentró sus esfuerzos en crear alianzas con distintos líderes políticos de izquierda en Latinoamérica, fundando en 2019 el Grupo de Puebla, plataforma a la que dedica gran parte de su tiempo. Por eso a varios sorprendió el anuncio que el también cineasta hizo el pasado 22 de agosto a través de un video en sus redes sociales.

“Porque el cambio es ahora, porque la esperanza de nuestro pueblo está amenazada, anuncio nuestra candidatura presidencial”, afirmó mirando fijo a la cámara en un primer plano.

Enríquez-Ominami no explica por qué, durante gobiernos de izquierda, no se cambió la Constitución heredada de Pinochet

El aspirante al Palacio de la Moneda aseguró que él fue uno de los primeros líderes políticos en plantear la creación de una asamblea constituyente en el país y que este proceso “es el logro de los que tanto luchamos en el desierto durante años”.

“La gente luchó en la calle para tener un proceso constituyente. Algunos quedaron ciegos para lograr esto y lo menos que podemos hacer nosotros es acompañar e impulsar la Constitución. Nombraremos un ‘super ministro’ con el cargo del más alto nivel para que acompañe a los constituyentes, estando subordinado a ellos, y que posteriormente de garantías para implementar el plebiscito de salida”, afirmó.

Enríquez-Ominami, sin embargo, no explica por qué, durante los gobiernos de izquierda que gobernaron Chile luego de la dictadura, no se acordó un proceso constituyente en paz y sin apelar a la violencia como se hizo ahora.