La vicepresidenta y canciller de Colombia, Marta Lucía Ramírez ha sostenido una reunión con su homóloga panameña, Erika Mouynes con el objetivo de atender la emergencia ocasionada por el alto flujo migratorio en el municipio de Necoclí, en el Urabá antioqueño, al norte del país cafetero.
Según trascendió en promedio, hay 700 casos de migración irregular que están impactando a diario regiones estratégicas la frontera común, la que se ha visto abordada por la migración venezolana, a lo que se suman ciudadanos procedentes de Cuba, Haití y algunos países africanos que tienen como meta llegar a Estados Unidos.
El encuentro binacional, en el que también participaron el ministro de Seguridad de Panamá y el ministro de Defensa de Colombia, atiende la necesidad de acordar mecanismos efectivos para el trato humanitario y el paso controlado de los migrantes.
“Con la Vicepresidenta y Canciller Marta Lucía Ramírez y autoridades migratorias panameñas, trabajamos juntos para poner fin al flagelo del tráfico de personas, que afecta a los migrantes irregulares e impacta a comunidades locales como Necoclí”, ha afirmado el ministro de Defensa de Colombia, Diego Molano.
Ante esto ambos gobiernos expresaron su voluntad política para colaborar e intercambiar información estadística sobre los migrantes que se encuentren de paso en su territorio y aquellos que prevén cruzarán la frontera hacia otro país, generando un mayor control de los mismos, al tiempo de evitar la acción de mafias organizadas que operan en el lugar.
“Nosotros tenemos acá una gran responsabilidad por evitar que las personas migrantes en Colombia sean objeto de cualquier tipo de abuso y se vuelvan el objetivo de las redes del crimen organizado para el tráfico de personas”, ha dicho la canciller colombiana antes del encuentro realizado en la provincia panameña de Darién.
Por su parte Panamá ha convocado a una Reunión Regional de Cancilleres, este 11 de agosto en un lugar aún por confirmar a fin de internacionalizar este problema y sea abordado de manera integral, proactiva y oportuna a fin de evitar una crisis humanitaria. Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y Costa Rica ya han confirmado su participación.