Luego de las masivas manifestaciones en contra del régimen comunista que domina en la isla, el gobierno de Miguel Díaz-Canel– tal vez el menos inteligente de todos los candidatos que pudo elegir Raúl Castro para ocupar el cargo digitado de presidente de Cuba- lanzó la orden del terror para que todos los comunistas salieran a las calles a reprimir a los manifestantes. Alguien con el mínimo criterio, nunca le habría servido al viejo opresor, porque sería difícil de manejar y lo que se necesitaba era un títere, como lo es Díaz-Canel.
No conforme con eso, el sucesor ficticio de Raúl Castro, conformó grupos de paramilitares munidos de bates de beisbol, para que junto a las fuerzas policiales, salieran a golpear a quienes tuvieron la osadía de reclamar, libertad, medicinas para el pueblo y comida.
El director para las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, denunció la salvaje represión al pueblo de Cuba, donde civiles, junto policías, atacan con bates de beisbol a los manifestantes pacíficos.
https://twitter.com/JMVivancoHRW/status/1415279914840854536
Este sábado, el régimen realizó un acto masivo de apoyo a la dictadura castrista y para ello volvió a utilizar al sistema de delatores barriales, que tan buenos resultados le ha dado históricamente.
Los denominados Comités de Defensa de la Revolución (CDR), son las armas de delación del gobierno de La Habana para toda la isla. Los CDR son asambleas de vecinos, con personajes siniestros al frente de los mismos, que se convierten en dictadores zonales y deciden todo, desde quien puede recibir comida o medicinas y hasta el derecho a pintar su casa o quien puede o no viajar al extranjero, mientras vigilan y acosan a los ciudadanos de los distintos barrios. A cada vecino se le exige fidelidad a la revolución y estar a la orden para dar prueba de ello.
Esa normativa se volvió a imponer este sábado 17 de julio para la concurrencia masiva al acto de “desagravio” frente a las protestas , donde estarían Raúl Castro y su delfín, Díaz-Canel. Los grupos de delatores actuaron con rapidez y entregaron en los barrios carteles impresos con frases como “ABAJO EL BLOQUEO”, junto a fotografías en color de Fidel, de su hermano Raúl pancartas a todo color con frases dedicadas a la revolución, con la orden de concurrir al acto. Todos los vecinos están en las listas de nombres de los grupos de delatores y la no concurrencia terminaría en represalias. El diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, publica algunas fotos de esas consignas en los carteles que obligatoriamente debían portar y que fueron finamente impresas por el gobierno para entregar a los asistentes al acto, junto a cientos de banderitas de Cuba.

Mientras el régimen sigue sumando detenidos y ya son más de 100 las personas desparecidas.
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