Mi recuerdo entrañable de Jorge Larrañaga: “Vuele alto Guapo”

Era un líder nato, que tenía el temple de un Jefe, de un Capitán, porque ese guerrero sabía decidir en los momentos extremos cuál era el mejor camino

0
152
Fernando Ripoll junto a Jorge Larrañaga

Fernando Ripoll.-

Se me fue un segundo padre: un hombre bueno; recorrí cientos de kilómetros con él, en Montevideo y en el Interior; muchas anécdotas de viaje, era un hombre sencillo; humilde le estiraba la mano al gaucho, al paisano, estaba en todos lados en cada pueblito del interior profundo. En Montevideo hacia discurso arriba de un cajón en cualquier barrio; con esa sonrisa ancha ya los conquistaba.

Sufrimos la pérdida los dos de nuestros viejos y nos acompañamos en el dolor. Después de esa pérdida terrible siempre me daba consejos francos porque sabía lo que extrañaba a mi viejo. Era un líder nato, que tenía el temple de un Jefe, de un Capitán, porque ese guerrero sabía decidir en los momentos extremos cuál era el mejor camino. Ayudó a cientos de personas que no tenían posibilidades, fue de una bondad infinita.

Mostró toda su brillantez en los momentos más difíciles de la República cuando el flaco Atchugarry en el 2002 caía por el despacho porque el país ardía y el hablaba con todos los senadores buscando una salida a la crisis del 2002.

Este sereno capitán hoy, siento que nos pide el brazo extendido el diálogo y esa franqueza para salir de esta pandemia todos juntos. En honor a la persona que fue; cinchemos todos para adelante en esta pandemia busquemos coincidir que es lo que quiere la gente. Dejemos de sacar partido por pequeñeces en las redes sociales en las declaraciones de prensa. Este llamado es para Gobierno y Oposición. “HAGAMOS UNA TREGUA”.

Gracias Jorge por tanto; vuela alto Guapo querido.