Alberto Fernández admite que Argentina “es un lastre” para la flexibilización del Mercosur

Es comprensible la desesperación de Alberto Fernández en momentos en que su gobierno navega en un mar de incertidumbres, no puede controlar la pandemia; Cristina Kirchner lo ignora y ha comenzado a actuar por su cuenta, lo contradice y está claro que ha perdido poder

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Alberto Fernández y, Cristina Kirchner - Foto Congreso

“Así que no tengo miedo de manifestarme en público sobre la cuestión internacional. A mi poco me preocupa que se disgusten por ello los vecinos: yo soy oriental y hablo como oriental de los asuntos orientales… Dr. Luis Alberto de Herrera 28/6/1915

Como de costumbre, Alberto Fernández interpreta lo que quiere de los dichos de otros y en su cadena de errores, no tiene la altura suficiente ni la inteligencia para discernir nada, es obtuso y a la vez malintencionado.

No entendió o no quiso entender el mensaje del presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, quien en la cumbre de mandatarios del Mercosur pidió una definición “técnica” y “política” de los países respecto a la flexibilización del bloque, para que no sea “un lastre”. Entonces, el inefable Alberto sin que nadie lo acusara respondió “Si somos un lastre que tomen otro barco, pero lastre no somos de nadie”, admitiendo con eso que él siente que son un “lastre” para el Mercosur y señaló: “Yo creo que el presidente uruguayo se destempló, perdió la templanza en su discurso”. Pero Alberto se equivocó, Lacalle Pou estaba defendiendo los derechos de los orientales y que el Mercosur no sea un lastre para nadie como hoy lo es.

Son tan necias sus apreciaciones que lo dejan en mala posición, porque no conforme con su exabrupto, Fernández agregó este sábado en un programa de TV, una falsedad a todas luces comprobable: “El lastre somos nosotros, Argentina, Brasil y Paraguay”, aseveró el argentino mintiendo descaradamente porque en la realidad, tanto el presidente de Paraguay como el de Brasil, estuvieron de acuerdo con los dichos del colega uruguayo.

Su problema con la realidad es preocupante. Fernández también acudió a la mentira cuando innecesariamente dijo que Uruguay le había pedido ayuda para comprar vacunas contra el covid-19. Desde el gobierno uruguayo desmintieron la falsedad y el mitómano se tuvo que llamar a silencio.

Es comprensible la desesperación de Alberto Fernández en momentos en que su gobierno navega en un mar de incertidumbres, no puede controlar la pandemia; Cristina Kirchner lo ignora y ha comenzado a actuar por su cuenta, lo contradice. Si Alberto le aseguró al director del Banco Mundial que “Argentina honraría sus deudas”, casi a la misma hora, Cristina anunció públicamente: “No podemos pagar la deuda, porque no tenemos la plata”.

Para aumentar el desasosiego de Fernández, Cristina en el acto con sus seguidores, donde no fueron invitados ni él ni sus funcionarios, la vicepresidente marcó las pautas del gobierno y al finalizar el evento la locutora dijo por los altavoces: “Hemos escuchado la palabra de la Presidenta de la Nación”.

Todo en Fernández es poco creíble. Antes de que Cristina lo convocara para ser su compañero en la fórmula presidencial, atacaba con furia a la hoy vicepresidente y recordaba los horrores de sus gobiernos.

Las críticas de Alberto a Cristina que hoy olvidó 

“He cuestionado a Cristina cuando Cristina hacía abuso. Cuestioné su ley de democratización de la Justicia, su ley de medidas cautelares, el modo como sacó la ley de medios, prácticamente sin debate. Cuestioné todas esas cosas”.

Al referirse Fernández a otro de los hechos de corrupción que se verificó cuando el venezolano Antonini Wilson, fue descubierto ingresando de contrabando a la Argentina 800.000 dólares para lo que era la campaña presidencial de Cristina Kirchner, dinero enviado desde el gobierno de Hugo Chávez, señaló:

“Cristina apenas empezó tuvo dos golpes que la afectaron en la comprensión del conflicto: primero el caso Antonini Wilson, donde ella llegó a decir que la CIA era la causante del tema; y el campo. Cuando fue lo del campo, ella sintió que había una suerte de confabulación general en su contra. Y a partir de allí no pudo volver más, ella percibió que cada crítica era parte de esa confabulación”.

“Creo que ahí Cristina tiene una enorme distorsión sobre la realidad, francamente lo digo. Si Cristina revisa las cosas que dijo, debería rectificarse un montón de cosas. Llegó a decir que Alemania estaba peor que nosotros en materia de pobreza. Sostuvo hasta el final que el cepo no existía y que la inflación no es importante. Eso es negación, es una negación terca, por momentos absurda”.

“Estas cosas son las que deterioraron su base electoral. Si yo soy un pobre que vive al borde de la marginalidad y escucho que la Presidenta dice: ‘Nosotros no tenemos problemas de pobreza, el problema de pobreza lo tiene Alemania’, lo que yo siento es: ‘No se dieron cuenta de que yo existo, de que necesito auxilio’”.

“En el tercer [segundo] mandato de Cristina es dificilísimo encontrar algo virtuoso. He hecho un enorme esfuerzo: lo único virtuoso que tuvo el último mandato es el desarrollo en ciencia y tecnología”.

Luego de estas críticas feroces a Cristina Kirchner y cuando ésta lo llamó para que fuera su compañero en la formula presidencial, Fernández dio una vuelta en el aire y cambió sus ataques por halagos a la exmandataria y los errores denunciados, pasaron a ser virtudes.

Ahora, en lo único en que coinciden Cristina y Alberto es en el escaso apego que ambos le tienen a la democracia. Horas atrás el gobierno argentino anunció su retirada del Grupo de Lima, en apoyo a la dictadura de Nicolás Maduro.

Hoy Alberto no se atreve a levantar la voz ante su jefa y prefiere hacerse el “guapo” con los vecinos, en vez de “ponerse los pantalones” para sacar adelante a la Argentina. Pero claro, no está a la altura de las circunstancias…En realidad, nunca lo estuvo.

 

 

 

3 Comentarios

  1. Este terraja de Fernández, bravucón de barrio, se dio por aludido cuando Lacalle Pou habló del “lastre” que significa el Mercosur y la necesidad de flexibilización. Y las focas del FA salieron a apoyar al kirchnerista y se olvidan que los corruptos Kirchner nos cortaron los puentes cinco años y denigraron a Vázquez y todo el espectro político de Uruguay salió en defensa de Tabaré. Pero en el FA el odio puede más que la razón. Son antipatria y siempre lo serán.

  2. Fernández quiere distraer la atención porque está siendo pisoteado por Cristina y busca una excusa para tapar la enorme vergüenza que está viviendo. El tipo está desesperado.

  3. Albertitere Fernández es un pobre tipo sin cerebro y ahora pisoteado por Cristina. El mismo se dio por aludido sin que lo nombrarán.

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