Este martes, Gabriel Gurméndez, presidente de Antel, la empresa estatal de comunicaciones de Uruguay, dio a conocer en rueda de prensa el informe de la auditoría que reveló el costo millonario del complejo Antel Arena, construido por el gobierno anterior y que ha sido enormemente cuestionado en su momento cuando era más necesaria la reforma del Hospital de Clínicas, un centro asistencial que atiende a la población de menos recursos al cual el gobierno del Frente Amplio no le otorgó las ayudas necesarias.
La faraónica obra fue un proyecto impulsado y realizado por la expresidenta de Antel, Carolina Cosse, hoy intendenta de Montevideo por el Frente Amplio.
El nuevo gobierno uruguayo del presidente Luis Lacalle Pou, ha impulsado auditorías en distintas áreas del Estado, para conocer las condiciones en que recibió el país.
Gurméndez dijo a los periodistas que “El hallazgo de los auditores (…) indica que el costo total (del Antel Arena) hasta el 30 de junio de 2020 es de US$ 118 millones”, explicó el actual titular de Antel. Puntualizó que la cifra surgió de un “análisis exhaustivo” del tema y resaltó que “Es una cifra mayor a las que se venían manejando hasta el momento en términos de la discusión pública” y agregó que esa suma “equivale casi a un año entero de las inversiones de Antel”, y por esto “llama mucho la atención”, aseveró.
El jerarca señaló que “en base a la evidencia obtenida durante el trabajo surge que cuando se aprobó el proyecto existía un plan de negocios incompleto” y que la auditoría reveló la falta de cronograma en la previa de la obra.
“Respecto al control presupuestal, no existió, dado que no se dispuso en ningún momento de un presupuesto financiero”, explica el informe de los auditores.
Además, la auditoría reveló obligaciones financieras pendientes de pago por 48 millones de dólares, correspondientes al fideicomiso y deudas comerciales con contratistas. “Estamos trabajando en la posible refinanciación de las posibles deudas financieras”, añadió.
Sobre la valoración del gerenciamiento del proyecto, los planes de contratación y el control de los presupuestos, las autoridades informaron que cuando se aprobó la iniciativa existía un plan de negocios incompleto, la construcción se inició sin un cronograma, ni plan de calidad, ni de presupuesto financiero.
El informe indica que hubo debilidades en la gestión del proyecto, falta de definiciones en controles y procesos, una matriz de responsabilidades incompletas, dificultades en la gestión de riesgos, falta de cronograma maestro completo e indefinición del alcance. Todo parece indicar que se fue gastando a medida que fue necesario. “La idea se lanzó sin un claro rumbo de cuánto iba a costar, adónde se quería ir y cuánto tiempo eso iba a determinar”, señaló el titular del ente.
Gurméndez agregó que, durante el primer año de funcionamiento, por el Antel Arena hubo pérdidas de más de un millón de dólares y que ahora el destino es incierto por causa de la pandemia de COVID-19.
La segunda parte de la auditoría se conocerá dentro de un par de meses con el objetivo de ahondar en los procesos de contratación de los diversos insumos, obras o equipamientos y servicios asociados a la obra.
Las críticas surgen desde varios ámbitos, pero la ex presidenta del ente estatal, Carolina Cosse, no se ha pronunciado hasta el momento.