Uruguay recuerda a 40 años la victoria del NO al proyecto de reforma constitucional de la dictadura

En esos años el régimen cívico militar que tenía el poder se venía debilitando internamente y los militares toman el timón con el Gral. Gregorio Álvarez como Presidente de la República y buscando una perpetuación en el poder y aprovechando vientos como los de Chile en la época, proponen una reforma constitucional

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Jorge Basur

Uruguay recuerda a 40 años el acontecimiento democrático más importante del siglo pasado; ese 30 de noviembre de 1980 la mayoría de los uruguayos votaban en contra de la perpetuación de la dictadura cívico-militar que gobernaba el país desde mediados de 1973, constituyéndose en el inicio de lo que cinco años después sería el retorno a la democracia.

En esos años el régimen cívico militar que tenía el poder se venía debilitando internamente y los militares toman el timón con el Gral. Gregorio Álvarez como Presidente de la República y buscando una perpetuación en el poder y aprovechando vientos como los de Chile en la época, proponen una reforma constitucional.

El proyecto de generar la reinstitucionalización política bajo un modelo de democracia tutelada consagrada en una nueva Constitución se venía gestando entre los integrantes del gobierno dictatorial desde bastante tiempo atrás.

Tras el derrocamiento de Bordaberry y la unción de Alberto Demichelis, entonces presidente del Consejo de Estado, como presidente, el gobierno suspendió las elecciones que debían realizarse en noviembre de1977 y elaboró un cronograma para reformar la Constitución en 1980 y llamar a elecciones un año después con candidato único y bajo tutela militar.

El proyecto de reforma constitucional era muy limitado. Subsumía o debilitaba al Poder Judicial, más como un administrador de Justicia, con un poder importante del Ministerio de Justicia, que era el Poder Ejecutivo. Consagraba un régimen presidencial puro, con un Parlamento que no podía levantar los estados de emergencia sin contar con los dos tercios de los votos y después de pasado un tiempo. También, el presidente de la República nombraba la Corte Suprema de Justicia, la Corte Electoral, el Tribunal Constitucional, que además era autónomo y podía anular las leyes. Y por encima estaban las Fuerzas Armadas como Poder del Estado. Realmente era un régimen de gobierno tutelado.

La iniciativa fue puesta a consideración de los partidos Colorado y Nacional -el Frente Amplio estaba proscrito y sus principales dirigentes presos o en el exilio- que se pronunciaron explícitamente en contra de ella, pese a lo que el plan del gobierno siguió adelante.

El General  Álvarez presentó el cronograma, advirtiendo que no significaba el retorno al viejo sistema político -desprestigiado antes del Golpe de Estado por la corrupción y la actividad de la guerrilla- colaboró para que se hiciera visible que tan sólo se buscaba la legitimación política de una de las dictaduras más represivas del continente.

La propaganda oficialista dominaba todos los medios diciendo que la propuesta era el único modo de retornar a la institucionalidad y que el NO era un salto al vacío, que cerraría todo horizonte de futuro. Pero la resistencia se hizo sentir, el boca a boca y un debate televisivo, impensable para aquel momento, entre promotores del Sí y políticos blancos y colorados defensores del No, terminaron dando por tierra con las intenciones de los detentores del poder y abrieron el camino.

Los habilitados para votar eran un poco menos de 2.000.000. Votó el 87%, 1.689.424. Más de 900.000 por el No, y 700.000 por el Sí, en números redondos. En ocho departamentos ganó el Sí. Lo hizo en Rocha, Treinta y Tres, Rivera, Artigas, Soriano, Flores, Lavalleja y Tacuarembó. El récord lo tiene Treinta y Tres, con el 68%, Rivera 64%, Artigas 62%. En el otro extremo está Soriano, con el 50,8%, vale decir 49,2% por el No.

El NO ganó en once departamentos. Montevideo, Canelones, Maldonado, Cerro Largo, Salto, Paysandú, Río Negro, Colonia, San José, Florida y Durazno. Ahí varió desde el 52%, 53%, hasta el récord de Paysandú, donde tuvo el 65,1%, y Montevideo casi 64%. Tercero Salto con 61%.

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