
El mundo de a poco se está despertando después de la pandemia, y falta menos de un mes para el primer gran evento que el Consejo Mundial de Energía (World Energy Council, WEC), con sede en Londres, estaría llevando a cabo a modo de anticipo de su Congreso en San Petersburgo, Rusia, previsto para el año 2022.
El día 17 de junio, en Europa tendrá lugar la primera conferencia importante (de momento aun en línea) del ciclo “Rumbo al Congreso”. No podríamos catalogar esta conferencia como exclusivamente europea. Se discutirá realmente un tema de características globales – que pasará en la energía mundial después del coronavirus.
El autor de estas líneas, Dr. Sergey Brilev, Presidente de la Asociación “Global Energy”, fue invitado a moderar esta Conferencia con el supuesto que él alcanza a comprender todo sobre el tema a tratar. Pero no entiende nada. O para ser más exactos, comprende por qué no entiende.
Esta nota fue preparada para la agencia “Interfax”, pero se le hicieron varias correcciones para los lectores de ICN de América Latina.
Ha confirmado su participación en esta conferencia Londres-Moscú, prevista para el 17 de junio, un interlocutor de peso como lo es uno de los miembros de las recientes negociaciones OPEP++, el Ministro de Energía de Rusia Alexander Novak, persona ya conocida por muchos latinoamericanos. También fueron invitados conocidos expertos europeos en materia de energía, tanto así que el principal informe será presentado por la secretaria general y directora general de WEC la Sra. Ángela Wilkinson.
Naturalmente se desconoce el contenido de ese informe. Pero llama la atención que recién, justamente en Londres salió un artículo de la autoría de Charles Grant, Director del Centro de las reformas europeas, de cómo el Covid-19 ha transformado el trabajo de la Unión Europea. A pesar de que Gran Bretaña ya no forma parte de la UE, Grant sigue siendo no solo una de las personas mejor informadas, sino que también es uno de los expertos más sutiles. En su nota resalta las siguientes tendencias no deseables para Europa (que por cierto tienen su semejanza con América Latina), tales como: la “desglobalización” (por ejemplo la ruptura de la cadena de suministros no solo de equipamientos médicos, sino que incluso de autopartes), retorno de la influencia de las ciudades capitales (que se atreven a contradecir a Bruselas), fortalecimiento de las fronteras externas de la zona de Schengen, y también el resurgimiento del control de las fronteras entre los estados miembros de esta zona (en medio de una creciente actitud de desconfianza hacia los extranjeros), así como el aumento de las contradicciones entre la propia UE en los ejes Norte-Sur y Occidente-Oriente.
Entre paréntesis, este señalamiento “Norte-Sur”, “Occidente-Oriente” es también aplicable a América Latina. Pero por ahora seguimos analizando a Europa.
En el caso de las contradicciones europeas “Occidente-Oriente”, Grant hace hincapié en los magros resultados de los “verdes” en los países de Europa oriental y central en las elecciones al Parlamento Europeo del año 2019, es decir aun antes cualquier pandemia. A su vez señala la “hostilidad hacia la política de regulación de cambios climáticos” en relación a la transición de las llamadas tecnologías “marrones” (es decir basadas en el petróleo y el carbón) hacia las mas “verdes”.
Mientras tanto, a la sombra del coronavirus, en Alemania país líder del Norte y Occidente europeo, han seguido con la implementación del plan de abandono no solo de las tecnologías “marrones”, tanto así que temprano por la mañana del 14 de mayo fueron dinamitadas dos torres de enfriamiento de de 152 metros de altura de la central nuclear cerrada de Philipsburgo. Las autoridades considerando la pandemia y para evitar las aglomeraciones mantuvieron en reserva la hora exacta de las explosiones, pero como vemos no se privaron dar cumplimiento a la resolución adoptada en mayo del 2011 de desconectar siete centrales nucleares viejas.
Para el año 2050, Alemania tiene la intención de abandonar por completo la energía nuclear y pasar a fuentes de energía renovables. En cuanto al carbón, lo descartan completamente.
Es muy notorio el contraste entre estas acciones no solo en los países de Europa central y oriental (donde los polacos siguen luchando por su carbón) sino que también con Rusia. En Rusia por ejemplo, ha sido noticia en estos días la designación de Stepan Solzhenitsin, hijo del famoso escritor, para ocupar cargo ejecutivo en la empresa de carbón SUEK, en una palabra en Rusia se sigue apostando al desarrollo del sector “marrón” de la energía.
Al mismo tiempo, a nosotros desde “Energía Global”, nos sorprendió la repercusión que ha tenido primero la publicación de nuestra video-charla y luego del artículo del norteamericano Tom Blees, Presidente del Consejo científico internacional de iniciativas globales. Comienza su artículo de una manera más que categórica:” El tristemente conocido concepto alemán Energiewende, o Giro energético, ha demostrado que las fuertes inversiones nacionales no pudieron proporcionar ventajas ecológicas para las cuales supuestamente fueron ideadas”.
Para tener un panorama más completo, es preciso explicar que Blees propone como una alternativa de un suministro energético fiable (especialmente para el mundo en desarrollo) la construcción en serie y en masa de plantas de energía nuclear flotantes.
Estas plantas ya existen en Rusia, la corporación “Rosatom” ha instalado recientemente la plataforma flotante “Lomonosov” cerca de la ciudad de Pevek en el extremo norte del país.
Pero Blees propone el retorno a la tecnología RSF (reactor de sal fundida), que se basa en el diseño desarrollado en la década de 1960 en el laboratorio de Oak Ridge del estado de Tennessee. Naturalmente solo los especialistas podrán entender todos los pormenores relacionados con las cualidades de las nuevas aleaciones creadas en estos años, así como captar las diferencias entre los reactores RSF y PRM (pequeño reactor modular). Consultamos sobre estas diferencias al inglés Tony Roulstone, profesor de energía atómica (Universidad de Cambridge), Director de Bracchium Ltd. y Director de transformación corporativa Rolls-Royce plc. Entre sus consideraciones encontramos esta afirmación según el muy obvia: “El Reino Unido volvió a descubrir las virtudes de la energía nuclear”. Afirmación que se contrapone con la posición de Alemania, más allá que como país ya no forma parte de la misma Unión con Gran Bretaña.
En otras palabras, en esta etapa de preparación de la Conferencia, junto con los colegas de la oficina de Consejo Mundial de Energía de Londres, tenemos mucho sobre lo que pensar y más tomando en cuenta que en Gran Bretaña diarios tan disimiles como lo son “ The Financial Times” y “The Guardian”, simultáneamente publicaron notas afirmando que el coronavirus es un buen pretexto para hacer una revisión del sector energético y comenzar una transición acelerada hacia los fuentes renovables. Curiosamente, una opinión similar fue publicada más tarde en el diario chino “The China Daily”.
A primera vista, ¿cuál podría ser el tema de conversación ? Sin ir más lejos, el mes pasado el Académico. Alexander Dynkin – Presidente del Instituto Nacional de Investigación de Economía Mundial y Relaciones Internacionales, expreso que los nuevos precios bajos del petróleo serán un impedimento para el desarrollo de la energía alternativa. Situación que preocupaba mucho al surcoreano ganador del Premio Nobel Rae Kwon Chung.
Desde entonces los precios del petróleo han subido, pero no tanto como para afirmar la rentabilidad del modelo de energía solar o eólica, tan grato para Europa.
Más aun, en esta semana el periódico moscovita “ Kommersant” descubrió que “los inversores en fuentes de energía renovables están enviando múltiples cartas alegando razones fuerza mayor debido a la pandemia”. Y eso que ni siquiera han pasado unos días desde la inauguración de la nueva estación de energía solar en Adygea, y desde Ulianovsk se suministraron aspas para molinos de viento de Dinamarca.
Al mismo tiempo “Kommersant” señala que la filial rusa de la italiana “ENEL” ha informado sobre problemas de las estaciones eólicas en las regiones de Rostov y Múrmansk, y el Fondo para el desarrollo de energía eólica (FDE una empresa conjunta de la europea “Fortuma” y Rusnano) envió cartas sobre razones de fuerza mayor ocurridas en la estación eólica en Kalmykia y etc.
Vale señalar que en Rusia a diferencia de la UE, este tipo de empresas no pueden contar con subsidios importantes. Y si las publicaciones de “The Financial Times”, “The Guardian” y “The China Daily” se pueden interpretar como “ensayo” previo a la distribución de ayudas anti crisis prometida por las autoridades de la UE y China, el articulo de “Kommersant” es una confirmación de lo referido.
En este contexto sorprende aun más, el anuncio de que la corporación Rostec, Rosatom y el Banco ruso de desarrollo (VEB por sus siglas en ruso), lograron un acuerdo de cooperación para la construcción en Rusia de 25 plantas de incineración de residuos. El costo total del proyecto se estima en 600 mil millones de rublos, el volumen estimado de participación de VEB es de aproximadamente 200 mil millones de rublos.
Por un lado el problema que estos jugadores están abordando es obvio: en Rusia, los vertederos aumentan en aproximadamente 400 mil hectáreas anualmente, y su área total ya ha excedido los 4 millones de hectáreas (que es comparable con el territorio de la región de Moscú o Dinamarca). Cada año Rusia genera alrededor de 7 mil millones de toneladas de desechos (datos para 2018), de las cuales aproximadamente 70 millones de toneladas simplemente son enterradas. Se trata de basura que podría ser reciclada.
Por otra parte, uno de los optimistas indiscutibles el Sr. William Byun, miembro del comité internacional de “Energía Global” y también Director ejecutivo de Asia Renewables en Singapur en una conversación con el autor de estas líneas sin rodeos ha declarado lo siguiente: “Considero como factor estabilizador el hecho que sector municipal constantemente produce grandes volúmenes de residuos. Esto sucede las 24 horas del día, pase lo que pase. Y siempre existe una demanda para la utilización de estos residuos … Por lo tanto, el sector de transformación de residuos en energía es mucho más estable que otros sectores de energía renovable “.
A su vez, el ganador del Premio Global de Energía, el académico de la Academia de Ciencias de Rusia Sergey Alekseenko de Novosibirsk, destaca la tendencial mundial “Waste-to-Energy”, es decir, “Energía de desechos”. Según él, la proporción de procesamiento térmico de residuos en Dinamarca alcanza el 55%, en Noruega – 54%, en Suecia – 50%, en Alemania – 35%. Al mismo tiempo, en la misma Dinamarca, casi el 6% de la electricidad se genera a partir de los residuos. En Japón, uno de los países líderes en la materia, el 69 % de desechos sólidos urbanos son incinerados obteniendo 6,6 TW de energía, teniendo una capacidad instalada de 1,5 hW. En cuanto a Rusia, prosigue el Sr. S. Alekseenko, hay solo tres plantas ubicadas en Moscú, donde los desechos se pueden incinerar obteniendo energía eléctrica, pero la capacidad eléctrica instalada llega a penas a los 26,6 MW.
En consecuencia, solo los desechos procesados (neutros) están sujetos a entierro en los países desarrollados, además, hay que tener en cuenta la reducción de su cantidad en valores cercanos a cero (Suiza – 0%, Alemania, Suecia, Dinamarca – 1% cada uno). En Rusia, la proporción de vertederos es del 95%, solo el 5% de los residuos se procesa con una pequeña proporción de incineración”.
La Agencia Internacional de Energía considera que la utilización de residuos para la obtención de energía con tecnología controlada de incineración a alta temperatura y control de la contaminación del medio ambiente es la mejor alternativa a los vertederos de basura.
Sin embargo, el propio Sr. William Byun admite que en la actualidad generar energía a partir de los residuos es mucho más costoso que otros métodos de producción (energía hidroeléctrica y solar, eólica, de carbón, petróleo, gas y etc.) Esto en parte se debe al hecho que la tecnología aun no ha alcanzado el umbral necesario para una amplia adaptación en la economía que se logra con el incremento de la escala de producción. “Diría que es dos veces más costosa que por ejemplo el viento, o la energía solar, porque la energía solar ya alcanzo su máximo, cruzo el umbral y su precio bajo drásticamente… En comparación con las fuentes tradicionales – es mucho más caro.”
Para finalizar volvemos al artículo de Charles Grant, quien en su calidad de Director del Centro de las reformas europeas (Londres) remarcaba los nuevos desafíos para la UE.
“Las consecuencias económicas del coronavirus, parece que van a fortalecer la oposición a las políticas dirigidas a contrarrestar el cambio climático. Muchos electores cuyo nivel de vida está bajando, no van a querer apoyar medidas radicales destinadas a reducir el cambio climático”. También Grant cita al economista francés Jean Pisani Ferri: “ Los ciudadanos pobres es más probable que no van a querer hacerse cargo del cambio de las obsoletas tecnológicas “marrones” por unas mas “verdes”, dado que ese cambio reducirá puestos de trabajo y los dejara con una cantidad aún menor para el consumo inmediato”.
Todo esto nos plantea dos interrogantes filosóficas, que si puedo planteare en la próxima Conferencia en línea del Consejo Mundial de Energía.
La primera de carácter filosófico-económica: ¿No será que llego el momento de dejar ser rehenes de consignas y lemas y que ya es hora de reanudar una conversación serena sobre el equilibrio energético, que después de la pandemia tendrá una especial importancia en la conservación de puestos de laborales?
La otra pregunta tiene carácter filosófico-ético: ¿Quién debe asumir los costos de compensación de los precios más altos de energía eléctrica producida por las sin duda simpáticas estaciones de incineración de residuos?
¿Quién podría explicar un acertijo a los británicos? Para los países del mundo en desarrollo Rusia es un país más del Norte. ¿Pero por otro lado, en que otro país europeo como en Rusia ocultan con un simple papelito las matriculas de los autos en los estacionamientos para así evitar ser multados por las videocámaras? Y lo hacen los propietarios de los autos de alta gama. ¿Tal vez Rusia sea un país del Sur?. Capaz que esta idea sea la mejor, Rusia es un “puente” entre el Sur y el Norte. Incluso si no todos los rusos lo entienden.










