El gobierno de Pedro Sánchez sigue dando pasos vacilantes para el combate al coronavirus, pero la realidad lo ha puesto en evidencia de sus errores respecto a las medidas sanitarias.
El ministro de Sanidad de España, Salvador Illa, cuando arreciaba la pandemia en el mundo dio a conocer su rechazo a que los españoles llevasen mascarilla en la vía pública como método de prevención del coronavirus. «No hay que usar mascarilla por la calle, se ha generado un pánico completamente irracional«, aseguró el ministro del PSOE el pasado 27 de febrero en los informativos de Telecinco, presentados por Pedro Piqueras.
Ahora cuando los contagios aumentan y los muertos siguen sumándose, en Boletín Oficial del Estado, se establece que las personas de seis años en adelante deberán llevarla cuando se dé esa circunstancia en la vía pública, en espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado de uso público o que se encuentre abierto al público.
La Orden señala que es también recomendable para los niños de entre 3 y 5 años y que preferentemente deberán usarse las mascarillas higiénicas y quirúrgicas, que cubran nariz y boca.
No será exigible su uso en las personas que presenten algún tipo de dificultad respiratoria que pueda verse agravada por su uso, las que tengan motivos de salud debidamente justificados o aquellas que por su situación de discapacidad o dependencia presenten alteraciones de conducta que lo hagan inviable. Además, el texto indica que no será exigible tampoco en el desarrollo de actividades en las que, por la propia naturaleza de estas, resulte incompatible su uso o si existe una causa de fuerza mayor o situación de necesidad.
Tampoco será obligatorio en el desarrollo de actividades que resulten incompatibles, tales como la ingesta de alimentos y bebidas.