
El ministro Luís Roberto Barroso, del Tribunal Supremo Federal (STF), suspendió la expulsión de 34 diplomáticos venezolanos de Brasil. Los representantes del régimen de Nicolás Maduro tendrían que haber abandonado el país ayer (2), bajo pena de ser declarados personas no gratas por el gobierno brasileño.
Barroso otorgó una orden judicial solicitada por el diputado Paulo Pimenta (PT-RS) para suspender la orden por diez días, hasta que el presidente Jair Bolsonaro y el ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo, proporcionen aclaraciones sobre los motivos de la expulsión.
En la decisión, Barroso consideró que podría haber habido una violación de la Constitución brasileña, los tratados internacionales de derechos humanos y la Convención de Viena, que rige las relaciones diplomáticas y consulares entre países. El ministro también mencionó que los diplomáticos, si son expulsados, estarán expuestos al Covid-19 si permanecen en locales cerrados durante mucho tiempo durante el viaje de regreso a Venezuela.
El gobierno brasileño no reconoce el régimen de Nicolás Maduro y considera al líder opositor Juán Guaidó como presidente de Venezuela, y considera a la abogada María Teresa Belandria como embajadora del país vecino. El abogado fue enviado por Guaidó como representante de sus intereses en Brasil.
Barroso siguió las recomendaciones del Procurador General, Augusto Aras, quien ayer (primero) envió una carta al Ministerio de Relaciones Exteriores recomendando suspender la expulsión de diplomáticos. En el documento, Aras enfatizó que la logística para los viajes de diplomáticos del régimen de Maduro debe tener en cuenta la epidemia de Covid-19, la perspectiva humanitaria y los procedimientos legales nacionales y externos.









