El periodismo militante carece de ética y lo ejercen quienes en realidad no son periodistas y que bastardean la noble profesión.
Estos personajes son enviados por organizaciones disfrazadas de medios de comunicación, principalmente a ruedas de prensa donde alguna autoridad pública expone sobre determinado tema, y su función es hacer preguntas fuera de contexto y con premeditada malicia intentando distorsionar la realidad.
Creen además que por haber cursado “periodismo” en algún instituto y les dieron un diploma, ya integran la selecta profesión pero carecen de mostrador y de calle, además de entregarse a una ideología que no les permite ver más allá de sus narices.
A esto se une el afán de protagonismo y de obtener cinco minutos de fama en las redes sociales, cuando algún incauto les responde por su falta de ética y esto les sirve de excusa para seguir explicando lo inexplicable.
Micrófono en mano son capaces de distorsionar los hechos reales e imprimen en sus preguntas la falta de respeto de quienes se creen dueños de la verdad, con una prepotencia e intolerancia que no se enseña en ninguna clase de periodismo. La ética profesional no la conocen.
No son periodistas y nunca lo serán, son solo personajes pobres de espíritu que sirven a un fin que nada tiene que ver con el periodismo.
Buen periodista se nace… Aunque vivir como un servil, también viene desde la cuna.
No tienen preparación cultural. Van con el papelito con las preguntas que les ponen los jefes ideológicos
Junto a la “periodista” de TV CIUDAD, hay que agregar a dos o tres de Teledoce y algunos de TNU y del 10.
Una clara militante que se quiere mostrar como periodista sin serlo es una tal Mariana Abreu del centro ideológico TV CIUDAD, prepotente y sin ética. Debería leer este artículo.
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