El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres instó al G-20, bloque que integran los líderes de las veinte economías más ricas del planeta a estructurar una hoja de ruta coordinada y solidaria para enfrentar los efectos del coronavirus en el mundo, al tiempo de pedir a las instituciones financieras internacionales que faciliten los recursos que esta batalla necesita.
“Esta guerra necesita un plan de guerra para combatirla”, aseguró, agregando estamos en medio de una guerra contra el COVID-19 “y no la estamos ganando”.
Las declaraciones las realizó el máximo representante del organismo internacional en el marco de una reunión virtual del G-20, donde alertó de la propagación sin control del virus en el mundo.
“Le tomó al mundo tres meses para alcanzar los 100.000 casos confirmados de infección. Los siguientes 100.000 ocurrieron en sólo 12 días. El tercero tomó cuatro días. El cuarto, sólo uno y medio. Este es un crecimiento exponencial y sólo la punta del iceberg”, destacó.
En esta línea el jefe de la ONU explicó al G-20 que las medidas se deben estructurar con la orientación de la Organización Mundial de la Salud y en torno a tres pilares de acción que van desde suprimir la transmisión del COVID-19 lo más rápido posible, trabajar conjuntamente para minimizar el impacto social y económico de la enfermedad y cooperar para sentar las bases de una recuperación que construya una economía más sostenible e inclusiva.
Ante esto argumentó que las medidas deben estar coordinadas para suprimir el COVID 19 en el mundo desarrollado y luego con una capacidad muy fuerte para ayudar a los países en desarrollo a hacer lo mismo, situación que requiere una estrategia clara para “suprimir el virus”.
“Todos los países deben poder combinar pruebas sistemáticas, rastreo, cuarentena y tratamiento con restricciones de movimiento y contacto, con el fin de suprimir la transmisión del virus. Y tienen que coordinar la estrategia de salida para mantenerlo suprimido hasta que una vacuna esté disponible.”, dijo.
