La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) instó a las autoridades chilenas al cese inmediato del uso desproporcionado de la fuerza por parte de Carabineros de Chile en el marco de las movilizaciones sociales, al tiempo de abogar por que se realice una reforma estructural de la institución y que está equipare su accionar a los estándares internacionales en materia de DD.HH.
“La CIDH observa que la respuesta del Estado frente a la movilización social se caracterizó por la represión mediante un uso desproporcionado de la fuerza y conductas repetitivas de violencia en contra de manifestantes que resultó en un número elevado de víctimas de graves violaciones a los derechos humanos”, advierte la CIDH.
En este sentido el organismo internacional expresó que la institución policial debe abstenerse de detener o procesar, penal o disciplinariamente, a manifestantes, defensores de derechos humanos, dirigentes sociales y estudiantiles por el ejercicio de la libertad de expresión en un contexto de protesta social, además de frenar las detenciones arbitrarias a los manifestantes.
Las declaraciones las realizó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) tras culminar oficialmente su visita a Chile en el contexto de la crisis social que estalló el pasado 18 de octubre. Ante esto la institución presentó una serie de “observaciones y recomendaciones” preliminares para ser instauradas en el país a fin de garantizar el respeto de los derechos ciudadanos.
En este sentido advierte que el clima de protestas continuas en el país austral se debe en gran parte a las injusticias sociales provocadas por la desigualdad social y las carencia de garantías para el acceso a servicios básicos a un extenso sector de la población, por lo que el malestar y las movilizaciones no sólo representan la apatía de los sectores más pobres y excluidos, sino también el de amplios sectores medios que ven seriamente limitadas sus posibilidades de desarrollo y vida digna.
La “protesta registradas en Chile desde octubre de 2019 se enmarcan en una expresión creciente, acumulada e intergeneracional de insatisfacción en el acceso y disfrute de derechos sociales, servicios públicos básicos y a niveles de mayor bienestar”, afirma.
Por último la CIDH expresa su grave preocupación por la información recibida que señala, abusos sexuales, –incluyendo denuncias de violaciones–, torturas y tratos crueles, inhumanos y degradantes en el contexto de las detenciones.













