El expía argentino Antonio “Jaime” Stiuso dijo que el fiscal “Alberto Nisman fue y puso las pelotas para acusar a Irán. Tiene que quedar en la Historia como un tipo que no pensó en él, pensó en los demás. Acá dio la vida”, dice sobre el fiscal y agrega que el trabajo de ambos molestaba: “Siempre estábamos en la mira de alguien que tenía el interés de jorobarnos”.
La noche anterior a que Nisman fuera encontrado muerto, el fiscal llamó varias veces a Stiuso pero el espía no lo atendió. En el documental de Netflix explica su por qué: “No le contesté porque estaba el teléfono en vibrador. Y si hubiera escuchado no iba a hablar con él. Porque prendías la televisión y veías que era Stiuso y el títere Nisman. Lo iba a terminar de hundir si lo atendía, lo iba a llamar después que se presentara en el Congreso”. Y ratifica que a su criterio a Nisman lo mataron.
Quien también habla de Stiuso es el kirchnerista Oscar Parrilli, el ex jefe de los servicios de inteligencia que lo echó. “Cristina Kirchner me dio expresas instrucciones de sacar a Stiuso y toda su gente. La llamé, vino, lo dejé hablar, y cuando le dije que tenía que renunciar con tono amenazante me dijo ‘es la tercera vez que me piden la renuncia pero yo siempre vuelvo’ y se fue a los gritos. Stiuso fue un extorsionador de los dirigentes políticos al que nadie se le animó”, cuenta Parrilli.
Otros testimonios marcan la inteligencia de Stiuso, su capacidad para el trabajo y los métodos para subsistir en el mundo de los servicios y la política. Ross Newland fue el delegado de la CIA en Argentina de 1997 a 2001 y lo describe como una persona “que tenía información y te lo hacía sentir” y que por eso era “temido”. “Se volvió una figura como la de Rasputín en la política argentina. Le gusta ser importante. Y, sin duda, es importante”, sostiene Newland y junto a otros agentes estadounidenses ponen dudas sobre la responsabilidad de Irán en el atentado.
“Mi jefe es Stiuso. El es el que ordenaba todo”, dice Allan Bogado, un espía acusado por Nisman por la firma del memorándun con Irán. Stiuso lo niega y dice que él denunció a Bogado porque se hacía pasar por agente. El juego de la inteligencia donde las verdades son medias mentiras.
Sobre la muerte de Nisman el documental condensa en los 6 capítulos los 5 años que lleva la causa judicial. Traza una línea de tiempo y analiza cada hecho importante, muestra en alta calidad imágenes del procedimiento judicial en la casa del fiscal, pone la llamada que la madre de Nisman, Sara Garfunkel, hizo para decir que su hijo estaba muerto, y plasma con imágenes de archivo la grieta política y social que provocó el caso: los que creen que se suicidio y los que piensan que la mataron.
El fiscal, la presidente y el espía no es una trama que surge a partir de la muerte de Nisman. El documental muestra que la relación entre los protagonistas se inicia con el atentado a la AMIA, que el 18 de julio de 1994 mató a 85 personas. Stiuso fue el hombre de inteligencia a cargo de la investigación, Cristina Kirchner la diputada que integró la Comisión Bicameral del Congreso de seguimiento a ese trabajo y Nisman uno de los fiscales del primer juicio oral del caso, que terminó anulado por las irregularidades judiciales.
Artículo de Minuto de Cierre, Buenos Aires, Argentina











