
El ex vicepresidente del kirchnerismo, Amado Boudou, condenado a más de cinco años por el caso de corrupción de la calcográfica Ciccone, tiene otras causas abiertas en la justicia.
El ex vicepresidente y antes ministro de Economía del kirchnerismo habló con la radio El Destape desde el penal de media seguridad de Ezeiza, donde se encuentra en prisión.
Boudou abonó la teoría presentada ante los tribunales por la exjefa de Estado y actual vicepresidenta de la Nación, Cristina Kirchner, sobre una presunta situación de “lawfare” en el país contra personas que ocuparon altos cargos en los gobiernos kirchneristas, entre 2003 y 2015.
“Morfológicamente las causas son idénticas: una operación de los servicios, bombardeo mediático con la noticia durante mucho tiempo, condena mediática y convalidación en un mamarracho judicial de esa misma condena mediática”, se quejó Boudou desde el penal de Ezeiza. El exfuncionario dijo que junto a su novia Mónica les explica a sus hijos (de casi dos años) la situación por la que atraviesa y aseguró que hacia delante le importa la opinión de sus “compañeras y compañeros” y no lo que diga la prensa.
Boudou contó que ha recorrido un “largo camino”, porque llegó a tener 69 causas. Y en la actualidad tiene una causa con condena en primera instancia y confirmada por Casación, que es el caso Ciccone. Boudou hizo una doble lectura sobre la incidencia que tiene el poder político en el proceso y destino de las causas judiciales.
“Si los jueces saben leer la política es porque no saben leer el Código Penal. No hay una cuestión que surja del Poder Judicial sino del contexto político. Esto es grave, muy grave”, se quejó. Lo dijo convencido de que está detenido por impulso de la gestión Macri.
Boudou consideró que cuando hay “detenciones arbitrarias, ilegales, a esas personas también se le están violentando su derecho de defensa. Cuando uno está detenido no cuenta con la posibilidad de hablar con sus abogados todo el tiempo”.
Al ser consultado sobre qué título le pondrían a esta etapa de su vida si tuviera que escribir sus memorias, el ex vicepresidente dijo: “Fuerte y en paz. Estoy convencido que estoy preso por todo lo bueno que tuve la suerte de poder hacer y todo lo malo que no hice, que es cuando uno está en el Gobierno trabajar en contra el pueblo”.












