El presidente del Frente Amplio de Uruguay, Javier Miranda, siempre ha insistido en hablar del programa de gobierno de la coalición de izquierda, señalando que “el Frente Amplio es la única fuerza política que tiene un programa común y no un programa por candidato” y reafirmó “es el programa de la fuerza política”.
“Un programa son las líneas programáticas y los grandes senderos de política por los cuales transitar. Los planes de gobierno son los que entran en los niveles de detalle”, dijo a El Observador el presidente del Frente Amplio.
Pero en el debate de televisión entre Luis Lacalle Pou y Daniel Martínez, éste hizo una declaración que va en contra de lo expresado por la dirección frenteamplista.
Entre los puntos bajos de Martínez en ese debate fue al responder a Lacalle Pou que le reprochó que a pesar de haber prometido no subir la carga impositiva en reiteradas oportunidades, incrementaron los impuestos y que ahora el programa actual de gobierno frenteamplista anuncia que habrá subida de tarifas impositivas. Insólitamente Martínez respondió: “El programa del Frente Amplio no mandata, hace propuestas, pero el candidato decide y yo decido que los impuestos no van a variar”, dijo, dejando la incertidumbre sobre un programa que dice cosas diferentes a lo que su postulante hoy asegura.
Entonces surgió la interrogante sobre si existe un programa oculto por Martínez y ya no aplicará el que definió su partido como programa de gobierno único.
Desde las propias tiendas oficialistas Martínez recibió críticas a este cambio y fue nada que el expresidente Mujica quien en un acto en Artigas, dijo: “Un presidente en una república tiene que recordar que nadie es más que nadie, que no es ningún Dios y que en definitiva ningún presidente puede hacer un carajo si no tiene una fuerza colectiva que lo respalde y que esté en todas las esquinas y lugares. Quiere decir que lo más importante es la corriente política”, puntualizó.
Mujica agregó un mensaje que iba -sin mencionarlo- dirigido a Martínez, “las repúblicas se inventaron en el mundo para suscribir que nadie es más que nadie”. “No son monarquías. El papel del individuo sigue siendo importante, pero es importante si tiene un pacto colectivo que lo respalde”, finalizó













