Desde el regreso a la democracia en Chile, los presidentes elegidos por el voto popular fueron siete, pero a ninguno como ahora le exigieron en marchas y protestas una nueva Constitución para derogar la heredada de la dictadura de Pinochet.
Integrantes de tres partidos opositores estiman como “insuficiente” la agenda social que dio a conocer el gobierno de Piñera , en un intento por desactivar las violentas protestas que se vienen desarrollando en el país trasandino.
Lo insólito y sugestivo es que Heraldo Muñoz, quien fuera canciller del último gobierno de Michelle Bachelet, exija ahora lo que pudo impulsar desde dentro del Ejecutivo, el cambio de la Constitución.
El ex jefe de la diplomacia chilena dijo: “La agenda social del gobierno es insuficiente tenemos que ir a lo fundamental, la primera contrapropuesta que tenemos que nos parece absolutamente clave para todo los demás, es un plebiscito para una nueva Constitución”, dijo sin aclarar por qué no hizo este mismo pedido cuando tenía mayores poderes para impulsarlo.
Pero si lo de Muñoz es insólito, lo es más lo que dijo el presidente del Partido Socialista y exvocero de Bachelet, Álvaro Elizalde, aseveró que la oposición se va “a jugar entero por un plebiscito”, dijo y agregó: “La gente se está expresando en las calles para expresar su malestar por lo que corresponde que se pronuncie democráticamente”, señaló a la prensa por parte de los partidos opositores PPD y Radical.
¿Por qué mientras Bachelet estuvo dos veces en la Presidencia no se hizo este plebiscito que ahora se reclama con violencia?.
Allí la Constitución heredada de Pinochet también molestaba, pero nada se hizo. Lamentable













