El entrenador de la selección uruguaya de fútbol, Oscar Washington Tabárez, en una medida considerada como sorpresa, ha resuelto incluir en la lista de jugadores al golero de River Plate, Gabriel Olveira, que si bien es un buen profesional y merece que se le tenga en consideración, tiene por delante al mejor en su puesto que es el arquero de Peñarol, Kevin Dawson, considerado así por sus actuaciones y por los medios de comunicación de Uruguay.
Tal vez la extensa permanencia del estratega al frente de la selección nacional esté exigiendo un cambio de mentalidad y de modernización en las ideas. Han sido más de 12 años y los logros más allá de una Copa América en 2011, un cuarto lugar en Sudáfrica y algún torneo menor, no están de acuerdo para tantos años al frente del combinado mayor.
El gran logro de Tabárez, ha sido en la creación de una estructura alrededor del seleccionado y todo lo que gira en el entorno, pero no en la parte deportiva, donde ha contado en los últimos años con una generación de excelentes jugadores, los cuales con otro patrón de juego, menos conservador y más moderno, los logros pudieron ser mayores.
Hay muy buenos entrenadores para ocupar su lugar, jóvenes, con trayectoria, que merecen su oportunidad y eso el maestro debería entenderlo.
Cómo hacerle entender a Tabárez que su fútbol ya fue, que lo suyo no lo juega nadie? Debe dar un paso al costado por el bien de Uruguay
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