El presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, además de cambiar de opinión de un día para el otro sería un garronero, según se define en el diccionario: Garronero: (Persona) Que acostumbra a comer y divertirse a costa de los demás.
En su reciente tour por Europa, el presidente del kirchnerismo se hospedó en la casa del embajador de Uruguay en Madrid, invitado por el jefe de misión de ese país vecino, Francisco (Pancho) Bustillo.
Y lo hizo, según declaró el diplomático uruguayo, en calidad de amigo personal.
Ahora surgen dudas sobre este tema, ya que si Fernández se hospedó en una casa propiedad del jefe de misión de Uruguay, no hay nada que objetar, pero si lo hizo en la residencia oficial de la calle Amorebieta en la urbanización de La Florida, en las afueras de Madrid, la cosa cambia, por la sencilla razón de que esa vivienda la pagamos todos los uruguayos y estaría además fuera de lugar tomar partido por un candidato foráneo, porque Uruguay tiene la obligación de ser neutral.
Y finalmente se supo que se hospedó en la residencia oficial de Uruguay, como reconoció el embajador Bustillo.
¿No tenía plata Fernández para pagarse un hotel?. ¿Cristina, que tanto tiene no le tiró un mango a su acólito?
“En la casa de Pancho”
Pero una nota del diario Clarín de Argentina publicada el 05/09/2019 se aclara todo: En “la casa de Pancho”, como le dice Alberto Fernández a la residencia del embajador uruguayo en España, Francisco Bustillo, donde se está alojando el candidato, la velada del miércoles fue la más relajada desde que el candidato a presidente del Frente de Todos llegó a Madrid.
Eso ocurrió porque hubo zapada hasta la madrugada: Alberto Fernández y el cantautor uruguayo Jorge Drexler, que vive desde hace décadas en Madrid, tocaron juntos la guitarra hasta las 3:30 am.
“Estuvimos tocando con él y unos músicos argentinos que él trajo. Muy divertido. Drexler es uno de los mis ídolos. Cumplí el sueño del pibe”, le contó Fernández a Clarín.
Así las cosas, los uruguayos sin ser consultados, le dimos hospedaje al desmonetizado hombre del kirchnerismo, que además -días antes y sin mostrar pruebas, más que su palabra, que a estas alturas no vale mucho- dijo que los miles de dólares sucios incautados en Argentina al venezolano Antonini Wilson, que enviaba Chávez para financiar la campaña electoral de Cristina Kirchner, eran en realidad para Uruguay. Nadie del Frente Amplio le respondió al agravio.
Pero no es la primera vez que Fernández garronea hospedaje gratis en la residencia de Uruguay en Madrid invitado por Bustillo, pero que terminamos pagando los uruguayos.
Lo inexplicable es que también se hizo un asado con empresarios españoles en honor a Fernández. Se debe informar quien pagó esa fiesta.
Al menos el presidente electo, habría que mandarle la factura por hospedaje.
LEA: Informe: ¿Qué hacía Alberto Fernández en la residencia del embajador uruguayo en Madrid?
No equivocarse, el embajador Bustillo no es del Partido Nacional, es importante destacarlo aunque él diga que lo es.
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