Las reacciones y los dichos de López Mena, el polémico dueño de Buquebus ya no asombran a nadie; hoy contigo, mañana te desconozco, es la forma de actuar del empresario argentino.
Dijo hoy López Mena, con edulcoradas palabras, que Lacalle Pou (candidato del opositor Partido Nacional), es una “esperanza muy importante” para Uruguay.
Juan Carlos López Mena, elección tras elección, como si fueran coches, cambia de modelo, es decir de candidato, sin importar marca ni partido.
Supo del calor de Julio María Sanguinetti, a cuya hija colocó al frente de la Fundación Buquebus y López Mena durante el primer gobierno del partido colorado, recibió el permiso para instalar casinos a bordo de sus buques.
El empresario dio al candidato Luis Hierro López, también colorado, nada menos que la sede central de su empresa en Colonia y Río Negro en pleno centro de Montevideo.
A Tabaré Vázquez lo llevó como su candidato en 2004, al hotel Alvear de Buenos Aires para que la muchachada de allá viera que el candidato era de izquierda, pero rodeado de gente de negocios y le transportó gratis decenas de miles de uruguayos en sus barcos, lo que determinó el triunfo del Frente Amplio por primera vez, en el famoso donativo conocido como el “voto Buquebus”.
A Mujica le prendió la parrilla del quincho de Varela, donde cocinaron juntos la patraña de Pluna, por la que marcharon al spiedo los entonces Ministro de Economía, Fernando Lorenzo y el Presidente de Brou, Fernando Calloia, que se incineraron en la justicia para que el fuego no llegara a los que lo encendieron.
La participación del llamado “caballero de la derecha”, definición del subastador de las aeronaves de Pluna, para identificar a Hernán Calvo Sánchez, que se presentó alterando sus nombres para que no se descubriera su relación personal con López Mena, en una trama de puntos muy oscuros.
El libro “Juan Carlos López Mena, de guante blanco”, del uruguayo Raúl Vallarino, pone en evidencia hechos del magnate naviero que no resisten el archivo.
Entre las frases que recoge el libro hay perlitas que dejan en claro el accionar del empresario. Puntualmente cuando anunciaba su voto por Tabaré Vázquez del izquierdista Frente Amplio: “Por supuesto, lo votaría hoy y ayer también. Seguramente lo votaré, pero el voto en la democracia es secreto y es bienvenido que sea secreto”. (Radio El Espectador – 18/05/2004)
O cuando López Mena, cumpliendo un servicio al kichnerismo, se presentó como supuesto socio del grupo Marsans para hacerse cargo de Aerolíneas Argentinas y le dio tiempo a Cristina Kirchner a montar la estrategia para reestatizar la compañía, mientras el naviero se vanagloriaba como hombre de confianza del gobierno argentino, asegurando que “A mí me eligieron porque nadie me puede objetar. Yo cumplo y tengo antecedentes perfectos con mis empleados, con la DGI, con el puerto, con todos” (revista Fortuna, 12/05/2008, Argentina)

Y ahora, cuando aún quedan las brasas ardiendo del mayor escándalo del gobierno de Mujica, el caso de la subasta trucha de los aviones de Pluna, en el cual apareció en todas las fotos López Mena, el empresario cambia de vuelta de casaca y arrulla al oído del candidato del Partido Nacional de Uruguay, buscando acomodarse.
El libro sobre López Mena
Juan Carlos López Mena, de guante blanco, es el libro que desvela en una acertada investigación periodística los entretelones menos conocidos de la azarosa vida del empresario argentino y sus negocios en Argentina, Uruguay, España y los fracasos comerciales en Nueva Zelanda y Estados Unidos.
A este siniestro no le deben permitir acercarse ni a 500 metros del PN. Es un quemo tenerlo cerca por todo el daño que ha hecho.
Hay que proteger a Lacalle Pou de individuos como este que se le quieren colgar.
Todos truchos los negociados de este personaje. Espero que el Partido Nacional no lo deje ni acercarse.
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