Uruguay, la política y una costosa guerra sucia que alguien financia

Es muy sugestivo que por primera vez en la historia política de Uruguay, alguien está financiando una costosa campaña que intenta ensuciar a Jorge Larrañaga y a Luis Lacalle Pou, con falsas encuestas y preguntas que son claramente parte de una guerra sucia

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Juan Sartori y Alem García (Foto ICN Diario)

Por Raúl Vallarino.-

Desconcertantes son las cartas y las declaraciones del segundo de Juan Sartori, el histórico dirigente nacionalista Alem García, que ha presentado una nueva carta al directorio del Partido Nacional para denunciar una presunta confabulación de los precandidatos en contra del millonario devenido en político, porque según Sartori en un artículo publicado por El Páis, hace referencia a un “cierre de filas” dentro del Partido Nacional con el objetivo de ignorarlo.

El supuesto complot ha sido calificado tanto por Lacalle Pou como por Jorge Larrañaga como una noticia falsa.

El sector de Sartori entra en el terreno del gataflorismo donde nada parece conformarlos. La primera carta que enviaron al directorio era para pedir que cesaran los “ataques al empresario” y no hablaran sobre el precandidato, pero en la segunda misiva se enojan de un supuesto plan para ignorarlo porque según Alem García hay una “confabulación y maniobra contra Juan Sartori” con un pacto de silencio.

Tal vez crean que los otros precandidatos deben mencionar a Sartori en sus propios actos de campaña y agradecer que el empresario un día descubriera que era blanco.

Según la carta, el presunto pacto acordado entre los blancos para “ignorar” a Juan Sartori, es un “verdadero escándalo y conmociona a la opinión pública”.

Para los sartoristas “se confabula contra el candidato que está contribuyendo de manera sustantiva al triunfo del Partido Nacional”. Agrega también que ese hecho “es de extrema gravedad” y puede poner en riesgo el resultado de la elección nacional.

Ahora bien; Sartori se equivoca al pensar que su irrupción en el PN debería ser festejada con bombos y platillos, como si se tratara de un hecho extraordinario y rendirle honores. No es comprensible que primero pida que no hablen sobre él y si no lo mencionan como pide ahora, afirma que hay un pacto de silencio para ignorarlo.

Además, asegurar que el presunto complot para no hablar de Sartori pueda “poner en riesgo el resultado de la elección nacional”, me parece demasiado alarmista y desestabilizador.

Parece notorio que Sartori busca el enfrentamiento con los demás precandidatos y provoca, con supuestos “gestos de unidad”, que no serian tales, la división.

Subirse muy tarde al carro de Larrañaga en tema seguridad demuestra que “no tiene logros para mostrar y “se cuelga” de los éxitos de otros para trascender, en definitiva se viste con ropa ajena. Nunca ayudó o pidió la firma para “Vivir sin miedo” de Jorge Larrañaga, pero con las más de 400.000 adhesiones a la vista, lo hicieron salir a anunciar que ensobrará con sus listas el proyecto de reforma, cuando anteriormente había rechazado esa posibilidad. Salió a “pescar” en mar ajeno. Ni siquiera dió aviso previo a Larrañaga de su repentino “apoyo”.

Es muy sugestivo que por primera vez en la historia política de Uruguay, alguien está financiando una costosa campaña que intenta ensuciar a Jorge Larrañaga y a Luis Lacalle Pou, con falsas encuestas y preguntas que son claramente parte de una guerra sucia y que extrañamente solo se circunscribe a los dos precandidatos que tienen posibilidades de ganar la interna.

Pero sobre esto que si es escandaloso y que puede afectar al Partido Nacional, ni Sartori ni Alem García dicen nada y presentan una estrategia de victimización cuándo las víctimas parecen estar en otro lado, con una feroz campaña de acoso y derribo como nunca antes se vio en Uruguay.

Pero la agresividad de Sartori en contra de los demás precandidatos no cesa y amenaza: “Se van a estrellar solos. Este 30 de junio se van a llevar la sorpresa de sus vidas”, dijo Sartori a sus competidores del partido, según consigna Montevideo Portal.

De unidad, nada; de confrontación mucho, por parte del sector del millonario empresario que pocos meses atrás y luego de consultarlo y pedirle opinión al ex presidente Mujica, decidió ingresar en política en un partido del que jamás estuvo cerca y al que reconoció nunca haber votado.

2 Comentarios

  1. Qué lamentable la actitud de estos dos personajes intentando victimizarse sin motivo y dándole una gran mano al FA.
    La comparación con la gata Flora es
    muy acertada:
    La gata Flora,
    cuando se la ponen grita,
    cuando se la sacan llora

  2. Parece mentira que un hombre grande como García, que debería actuar de otra forma, se preste a generar la destrucción de PN que Sartori quiere generar desde el principio.
    El caballo de Troya no era un mito

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