Legalmente, Evo Morales está imposibilitado de presentarse por cuarta vez como candidato a la presidencia de Bolivia. En febrero de 2016 perdió un referéndum por él propiciado, donde el pueblo en las urnas, le dijo no a esa nueva postulación.
Pero Morales en forma inconstitucional hizo actuar al tribunal electoral, afín al gobierno, para que en forma ilegítima le “autorizara” a repostularse.
Ante tantas arbitrariedades, diputados y senadores opositores iniciaron una campaña internacional donde enviaron a través de la OEA una carta al presidente de EEUU, Donald Trump, para que se pronuncie frente a la comunidad internacional ante esta violación a Carta Magna de Bolivia.
“Un grupo de la derecha parlamentaria, de la derecha de Bolivia no quiere que Evo sea presidente, está pidiendo a su ‘patrón’ que intervenga”, señaló el jefe de Estado boliviano.
En la carta enviada a la Casa Blanca los legisladores bolivianos señalan el artículo constitucional que Evo Morales viola al presentarse a una nueva elección: “El período de mandato de la Presidenta o del Presidente y de la Vicepresidenta o del Vicepresidente del Estado es de cinco años, y pueden ser reelectas o reelectos por una sola vez de manera continua”.
Morales a través de sus funcionarios más cercanos, ha amenazado los legisladores opositores con ir a un trámite parlamentario para destituirlos de los escaños que obtuvieron a través del voto de la ciudadanía.













