
Un grupo de activistas de Greenpeace y de otros colectivos medioambientales protestaron este sábado por la llegada de los reyes de Noruega, Harald V y la reina Sonja a la ciudad de Punta Arenas, en la Patagonia chilena. La ciudad portuaria está situada en el estrecho de Magallanes y es un punto de partida para las expediciones a la Antártida.
El grupo dio a conocer su malestar por la expansión de la industria salmonera noruega en la zona más austral de Chile, donde se prevé abrir las puertas a la salmonicultura nórdica, específicamente en el canal Beagle, especialmente en la zona de Puerto Williams, la localidad más austral del mundo y donde la empresa de capitales noruegos Nova Austral ya tiene cuatro proyectos aprobados.
En este contexto los manifestantes protestaron con pancartas que hacían alusión a sus reivindicaciones como “territorio yagán sin salmones” o “el pueblo consciente defiende el medioambiente”, interrumpiendo de esta forma la ceremonia protocolar organizada por el municipio local donde fueron recibidos los Reyes oficialmente y el alcalde Claudio Radonich les entregó al rey y la reina las llaves de la ciudad.
Los manifestantes que protestaban contra la acuicultura noruega argumentan que la instalación y expansión de la industria salmonera contribuye a arrasar con el patrimonio más austral de Chile, asegurando que es un atentado contra todo el país y de manera especial contra el pueblo yagán que habita la zona hace miles de años.
De la misma forma consideran que puede afectar de manera irrecuperable las aguas que son la puerta de entrada a la Antártida y lugar que alberga ballenas, delfines y pingüinos, además es una zona que ha sido definida como reserva de la biosfera por la Unesco y que alberga uno de los puntos más limpios y prístinos no solo de Chile, sino del planeta.