
Aludiendo a la juramentación, el próximo 10 de enero, de Nicolás Maduro para su segundo periodo como presidente hasta el 2025, el Presidente de la CEV se refirió claramente a las dudas sobre la legitimidad de esta juramentación, y afirmó que será la historia “a través de los actores que propiciaron unas elecciones tan dudosas en un marco de ventajismo”, la que dará su veredicto.
“Por desgracia quien ha dirigido el gobierno nacional durante estos últimos años, produciendo un deterioro humano y social en la población y en las riquezas de la nación, está empeñado en proseguir la misma cartilla, sin cambios significativos en la economía y en el mejoramiento de las condiciones de vida de los Venezolanos, por lo que en su desempeño se ha hecho ilegítimo y moralmente inaceptable”, afirmó. “Seguir el mismo camino hasta ahora transitado es llevar al despeñadero al pueblo”.
Necesario un cambio rotundo
El arzobispo de Maracaibo se hizo eco, luego, de los sufrimientos de los venezolanos, a partir de la pobreza hasta las violaciones de los Derechos Humanos, y advirtió, con una imaginación colectiva, sobre lo que “tendrá que pasar el pueblo en un nuevo período de gobierno, si no se ponen las correcciones necesarias que pasa por un cambio integral de política y de actores políticos”: “Ningún venezolano, de la tendencia política que sea, e incluso miembros del gobierno nacional o local que sean sensatos, puede pensar que el país tiene futuro si continúa transitando por el mismo camino y con los mismos protagonistas que nos han llevado a este desastre nacional”, aseguró.