Anarquistas violentos encapuchados marcharon por la céntrica avenida 18 de Julio en Montevideo, provocando daños en los vidrios y las fachadas de comercios con pinturas y leyendas en contra de la Cumbre del G20 que se desarrolla en Buenos Aires.
Los agresivos inadaptados amenazaron a los periodistas y agredieron a policías quienes con pasmosa resignación recibieron insultos y algunos terminaron rociados con pintura de spray.
Las imágenes mostradas en TV fueron lamentables. La pasividad de la policía fue inexplicable mientras los violentos provocaban los daños a la propiedad privada.
A pasar de los incidentes no se detuvo a ninguno de los atacantes y la Justicia estuvo ausente.
La libertad de expresión no ampara la violencia y los destrozos que provocaron los sediciosos, que actuaron a su antojo ante la propia policia que les permitió los desmanes.
La policía parecía que acompañaba la marcha para proteger a los vándalos.
Pero si un tabacalero protesta en forma pacífica con una pancarta, lo llevan preso como ocurrió esta semana.
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