Este martes se dio una situación paradójica en el Senado de Uruguay, al votarse el permiso para que ocho aeronaves estadounidenses y 400 efectivos militares y civiles para ingresar al país y estacionarse en un sector del aeropuerto de Carrasco entre el lunes 26 y el lunes 3 de diciembre, como apoyo logístico a la cumbre del G-20 en Buenos Aires.
Si bien el gobierno izquierdista del Frente Amplio era quien solicitaba este permiso, los legisladores del sector ponían reparos y el Partido Comunista a través del secretario general, senador Juan Castillo, expresaba su rechazó el ingreso al país de los aviones y las tropas estadounidenses. “Estoy en contra de brindarle apoyo logístico a la cumbre del G20. Pero la bancada nos mandará a votar. Esto es parte de la unidad de acción de nuestro partido, el Frente Amplio”, y subrayó que no se le dio a los comunistas “ningún argumento para reconsiderar nuestra postura. Además se viene a reunir acá la patronal del mundo. Al G20 lo integran los más poderosos del planeta”.
Finalmente, por “disciplina partidaria”, Castillo y toda la coalición oficialista de izquierdas, votaron a favor de otorgar el permiso.
Cuando el Partido Comunista de Uruguay apoyaba instalación de bases militares de EEUU
Al estallar la Segunda Guerra Mundial Herrera adoptó una posición claramente favorable a los aliados y contraria a la Alemania de Adolf Hitler, pero se opuso firmemente a que Uruguay se involucrara en el conflicto. Cuando el canciller Alberto Guani comenzó a negociar la eventual instalación de una base naval estadounidense en Punta del Este, Herrera se opuso formalmente. Esta actitud significó que se le acusara de simpatizar con el Eje, particularmente por parte del Partido Comunista del Uruguay (PCU), decididamente intervencionista tras la invasión de Alemania a la Unión Soviética en junio de 1941. En 1942 Alfredo Baldomir dio un golpe de Estado con apoyo de Batllismo y el Nacionalismo Independiente.
El Partido Comunista apoyó las medidas tomadas por Baldomir y pidió la cárcel para Herrera y la clausura del diario El Debate.
Herrera respondió:
Ni Rusia ni Estados Unidos… Ni la sovietización de las patrias americanas ni su subordinación a ninguna estructura –sea cual fuere su origen o finalidad– que tenga intención, propósito o sentido de limitar la bien conquistada soberanía de los pueblos. En definitiva: ni en las filas rojas del comunismo, ni una estrella más en la bandera de ningún imperialismo. El mundo no está ni política no ideológicamente cerrado a otras soluciones…
Herrera citado por la agencia Reuters, 4 de julio de 1947.
LEA: José Mujica: ‘Gracias a Luis Alberto de Herrera no tenemos hoy un Guantánamo en Uruguay’














Ahora se hacen los rebeldes pero en plena 2a. guerra mundial el partido comunista apoyaba la instalación de bases militares de EEUU en Punta del Este y se enojaron con Herrera del Partido Nacional que impidió la llegada de los yankis
Hay que recordar las cosas
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