
La Asociación Médica Brasileña (AMB) calificó de represalia la decisión del gobierno cubano de romper el acuerdo firmado con Brasil en el marco del Programa Más Médicos y retirar a los intercambios del país.
En una nota divulgada ayer (17), la AMB dice que el gobierno brasileño (de Dilma Rousseff) transfirió “de forma temeraria” a Cuba parte de la responsabilidad por la atención en la atención básica y que eso dejó a Brasil “sumiso a los humores” del gobierno de otro país. “Los impactos negativos previstos son los que estamos comprobando ahora”.
En el comunicado, AMB afirma que el programa fue creado a partir de una premisa equivocada: la de que no había médicos en número suficiente en Brasil. Lo que no existe, según la entidad, son políticas públicas que atraen y fijan a esos profesionales en los municipios – sobre todo los menores y los más alejados de los grandes centros.
“El gobierno brasileño acabó lanzando mano de importación de mano de obra, traída en una condición análoga a la esclavitud: obligada a renunciar a más del 70% de lo que Brasil desembolsaba y asignó independientemente de las condiciones de trabajo existentes”. recuerda la Asociación Médica.
Para la AMB, resolver la cuestión que implica la oferta de médicos en lugares de difícil provisión o de difícil acceso no es algo que se debe hacer por medio de acciones paliativas. De acuerdo con la nota, la solución definitiva pasa por la creación de una carrera médica de Estado.
Los actuales 458.624 profesionales contabilizados en Brasil actualmente son clasificados por la entidad como suficientes para atender las demandas de la población. “Esta crisis se resolverá con los médicos brasileños”, destacó la AMB. “No vamos a aceptar este sabotaje con el pueblo brasileño”, concluye el comunicado de la asociación.
Acciones de emergencia
El documento también sugiere cómo las acciones de emergencia que deben tomarse a través de la “crisis provocada” en la reforma de salud y el fortalecimiento de la atención básica; aumento del valor transferido por la Unión para la atención básica para que municipios puedan contratar médicos en la propia región; cambios en la forma de cálculo, garantizando más recursos para municipios menores; y refuerzo de la atención en áreas indígenas y de difícil acceso.
La AMB propone también que se aumente la inversión en las Fuerzas Armadas para aprovechar su experiencia tanto en áreas de difícil acceso como en áreas indígenas, llevando médicos y toda la infraestructura de salud necesaria a esas localidades. Para ello, la Unión utilizaría a los actuales médicos de las Fuerzas Armadas, incrementaría el efectivo por concurso y seleccionaría también nuevos médicos oficiales voluntarios para actuar de forma temporal.
Otras sugerencias son incentivar la adhesión de médicos jóvenes al Más Médicos y promover cambios en el edicto del programa, que será lanzado en breve, según lo anunciado por el Ministerio de Salud, creando subsidios e incentivos a profesionales jóvenes con deuda en el Fondo de Financiamiento Estudiantil (FIES) . En el período en que estos médicos actuaran en el programa, las parcelas del financiamiento quedar suspendidas. Además, habría el beneficio de descuentos en el monto general de la deuda, de acuerdo con el tiempo de permanencia y el municipio o región elegida (cuanto menor el municipio o de más difícil provisión, mayores los descuentos).
La Asociación Médica Brasileña advierte que es necesario garantizar a esas mismas mismas condiciones ofrecidas a los cubanos hasta entonces: vivienda, alimentación y transporte.
Fuente: Agencia Brasil.-
NOTA: El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, quiere que el salario de los médicos cubanos sea percibido en su totalidad por estos profesionales y evitar que el gobierno cubano se quede con con más del 70% del dinero y que estos facultativos extranjeros puedan llevar a sus familias a Brasil, algo que el régimen de La Habana no permite.
El programa creado en el gobierno de Dilma Rousseff, fue calificado de “inhumano” por Bolsonaro, ya que se les entrega una miseria a los médicos de Cuba y el porcentaje más alto lo recibe el gobierno castrista. Según analistas es una forma de sustento a quienes gobiernan la isla.