El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, volvió a afirmar este domingo que Cuba somete a sus profesionales, vinculados al programa Más Médicos en Brasil, a una situación de “trabajo análogo a la esclavitud”. También afirmó que algunos alcaldes, que se quejan de la salida de los cubanos, quieren eximirse de responsabilidades.
“El ayuntamiento mandó a su médico para subrogar a un cubano. Quiere quedarse libre de la responsabilidad. “La salud [municipal] también tiene su responsabilidad”, afirmó Bolsonaro, desde el Arena Carioca 1, en la Barra de Tijuca, en Río de Janeiro
“No podemos admitir esclavos cubanos en Brasil ni continuar alimentando a la dictadura cubana también”, agregó que no es el presidente, sino que “el día 1 vamos a presentar [una solución para la salida de los médicos cubanos].
El presidente electo reiteró lo que dijo hace dos días, recordando que muchos cubanos dejan atrás a las familias, pues no pueden traerlas a Brasil y están obligados a entregar el 70% de los salarios para el gobierno de Cuba.
Exámenes
Bolsonaro confirmó que irá a Sao Paulo, el próximo día 23, para someterse a exámenes preoperatorios para la retirada de la bolsa de colostomía. El sábado (24) sigue a Río de Janeiro. “Estaré en mi Brigada de Infantería paraquedista, en la que veré miles de colegas que sirvieron conmigo en aquella gran unidad”, afirmó.
El presidente electo afirmó que tendrá una agenda intensa en Brasilia, a partir del martes (20), y defendió la unión de los poderes para buscar soluciones a los problemas del país: “Tenemos que unirse. No puedo gobernar solo. El Ejecutivo a pesar de hablar que es un Poder independiente, en gran parte depende del Parlamento brasileño. “Tenemos que acercarse y mucho del Parlamento”, dijo.
A continuación, Bolsonaro detalló que irá al Tribunal de Cuentas de la Unión y también a la Contraloría General de la Unión. “Esta semana continúan más visitas protocolares a las instituciones para demostrar no sólo nuestra humildad así como la voluntad de gobernar junto a Brasil.
Al dejar la Arena 1, el presidente electo se detuvo en un quiosco, en la Barra de Tijuca, donde tomó agua de coco, sacó fotos y saludó a quien pasaba por el lugar.